Bacchiani hasta las manos

De mal en peor le va a nuestro mago de las criptomonedas en Córdoba, en un juicio que se le hace cuesta arriba, donde ya pasó por cuatro abogados defensores y donde lo mejor que le proponen es que acepte una condena a 10 años de cárcel y devuelva la guita.

Parece que la Justicia cordobesa no quiere saber nada con los pícaros de las estafas piramidales, y aunque muchos pensaban que como no eran tantos los denunciantes que llegaron a juicio (unos 50), están dispuestos a tirarle con el Código Penal por la cabeza.

“A éste no lo salva ni Superman”, es la premonitoria editorial de un medio cordobés, que va en la misma línea que todos los demás: aseguran que a Bacchiani le van a dar una pena de prisión efectiva, nada de condenas en suspenso, y que además va a tener que desembolsar una buena cantidad de moneda.

Parece que el fiscal del juicio, Gustavo Arocena, es un peso pesado, y a Bacchiani lo están apurando para que se haga cargo de todo y se declare culpable, porque si no el castigo va a ser mucho peor.

Al mismo tiempo, le sugieren que vaya contando cuánto tiene en las billeteras frías, calientes y tibias, porque va a tener que poner la mosca en la mesa.

Hablan en serio: ahí está el caso fresquito de Leonardo Cositorto, su alma gemela de Generación Zoe, al que condenaron a pagarle a sus damnificados más de 400 millones de dólares.

En un fallo histórico, el Juzgado Comercial N°1 de la Ciudad de Buenos Aires dictó la primera condena económica contra Cositorto por el incumplimiento contractual y la defraudación a inversores que depositaron su confianza y ahorros en la empresa.

La sentencia ordena el pago en favor de un grupo de damnificados que iniciaron la demanda.

El caso, caratulado “ALONSO, IRMA Y OTROS c/ GENERACIÓN ZOE S.A. Y OTROS s/ORDINARIO”, expuso «el esquema piramidal montado por Cositorto y sus socios, quienes prometían a los inversores rentabilidades irreales del 7,5% mensual, así como beneficios adicionales mediante un sistema de referidos», comentaron fuentes ligadas a la causa. Las pruebas presentadas demostraron que los fondos de los inversores nunca fueron reintegrados y que la empresa dejó de operar abruptamente.

El Tribunal reconoció a los demandantes como consumidores bajo la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor, lo que les permitió acceder al beneficio de justicia gratuita. Además, se destacó que la publicidad engañosa de Generación Zoe, difundida a través de medios de comunicación y redes sociales, fue clave para atraer a los inversores y perpetuar la estafa.

“El fallo es un precedente clave en la lucha contra los esquemas fraudulentos y marca un hito al ser la primera condena de carácter económico contra Leonardo Cositorto en Argentina. Esta decisión judicial sienta las bases para futuras resoluciones en favor de otras víctimas afectadas por la estructura de Generación Zoe”, expuso el abogado Germán Navas, representante de las víctimas.

Parece que a estos muchachos se les terminó la joda, Bacchiani ya se dio cuenta que Córdoba no es Catamarca.