El calentamiento global ha intensificado su impacto, consolidándose como una creciente fuente de preocupación. Tras el año 2023, recientemente catalogado como el más cálido registrado globalmente, las proyecciones para el 2024 indican que la temperatura media anual mundial podría superar, por primera vez, el crítico umbral de 1,5 ºC en comparación con los niveles preindustriales.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) ha presentado un informe alarmante que revela que el año pasado superó a 2016 en términos de temperaturas globales. Ahora, el Barcelona Supercomputing Center (BSC) advierte que las temperaturas proyectadas para 2024 podrían situarse entre 1,43 y 1,69 ºC por encima de los niveles preindustriales, con una estimación central de 1,54 ºC. Este aumento se atribuye mayormente a las emisiones continuas de gases de efecto invernadero.
El informe del BSC pronostica que las condiciones del fenómeno del Niño en el Pacífico podrían contribuir a la creación de un ambiente excepcionalmente cálido. Además, para los próximos 10 años, se espera un constante incremento de las temperaturas superficiales, alimentado por las emisiones en curso.
El sistema de predicción del BSC estima que las temperaturas medias mundiales podrían escalar entre 1,49 y 1,79 ºC en los próximos 10 años, y entre 1,67 y 1,94 ºC en los próximos 15 años, superando los niveles preindustriales. Estas cifras subrayan la urgencia de abordar las emisiones y adoptar medidas concretas para frenar el calentamiento global.
A pesar de las variaciones anuales que puedan surgir, la tendencia del calentamiento global sigue una trayectoria inquietante, aproximándose peligrosamente al incumplimiento de los objetivos establecidos en el Acuerdo de París en 2015.