La legendaria actriz de Hollywood, Piper Laurie, conocida por sus inolvidables actuaciones en películas como “Carrie” y “The Hustler”, falleció en Los Ángeles durante el fin de semana, según confirmó su representante, Marion Rosenberg, a CNN. Con 91 años de edad, Laurie deja atrás una carrera multifacética que la convirtió en un verdadero ícono de la industria cinematográfica y televisiva.
Nacida como Rosetta Jacobs el 22 de enero de 1932 en Detroit, Michigan, Laurie fue la menor de cuatro hijos en una familia de inmigrantes, con un padre polaco y una madre estadounidense de origen ruso. A pesar de su timidez inicial, decidió emprender una carrera en la actuación, lo que la llevó a recibir clases de dicción por sugerencia de sus padres y, finalmente, a inscribirse en una escuela de actuación.
Su debut en Hollywood tuvo lugar en la década de 1950 con un papel modesto en la película “Louisa”. Pronto, su talento la destacó y le abrió las puertas a numerosos papeles en las décadas de 1950 y 1960. Sin embargo, en ese momento, se la consideraba en roles que no desafiaban su capacidad actoral, siendo vista principalmente como la típica joven atractiva pero poco inteligente.
El punto de inflexión en su carrera llegó en 1961, cuando interpretó a Sarah Packard, la amiga inválida de Paul Newman en el clásico “The Hustler”. Esta interpretación le valió una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto, pero fue en 1976, 15 años después, que Laurie obtuvo su segunda nominación al premio de la Academia por su inolvidable papel como “Margaret White” en “Carrie”, una película de terror que la catapultó a la fama a los 44 años. Su interpretación como la excéntrica y temible madre de la introvertida protagonista fue memorable, y la película marcó el inicio de una saga basada en la novela homónima de Stephen King.
La carrera de Piper Laurie también incluyó una nominación al Oscar por su papel como una madre arrepentida en “Children of a Lesser God” y un Globo de Oro por su actuación en la serie de televisión “Twin Peaks”. Su versatilidad como actriz y su capacidad para encarnar una amplia gama de personajes la convirtieron en una figura querida en la industria del entretenimiento.