Una terrible paliza en las urnas…¿anticipo de lo que viene?

No es una provincia, no es una gobernación, pero en estos días en que tanto cotizan las encuestas, una elección real tiene un significado importante.

La ciudad de Avellaneda, no la bonaerense sino la que se ubica en el norte santafesino, convocó a los ciudadanos a votar y el resultado dejó con la boca abierta a más de uno.

El peronismo, este peronismo que gobierna y que hoy festeja su 17 de Octubre, perdió. Hasta ahí un resultado más. Se puede ganar o perder, pero el tema es la diferencia, porque no perdió por unos cuantos cientos o miles de votos: los aplastaron.

Ganó Juntos por el Cambio con el radical Gonzalo Braidot a la cabeza, quien cosechó casi el 76 por ciento de los votos contra el 23 por ciento del peronista Dito González. Lo que se dice un desastre total.

Algunos tratarán de agrandar la epopeya como una elección testigo, otros minimizarán lo que pasó. Pero el dato es real y alarmante para el oficialismo, porque ratifica lo que se ve venir: este proyecto, si es que existe, se está cayendo a pedazos.

“Gran triunfo!! Ahora con todo para que darle a todos los santafesinos una propuesta firme para que nuestra provincia salga adelante!”, escribió el vicepresidente del PRO, Federico Angelini, quien viene de cerrar un acuerdo con Scarpin para que el radical sea el precandidato a gobernador del partido que fundó Macri. Y las repercusiones fueron muchas en Buenos Aires y en todo el país.

Patricia Bullrich tampoco la dejó pasar y fue una de las primeras dirigentes nacionales en felicitar al intendente electo:  “La premisa es muy clara: dirigentes con coraje y sin miedo, dispuestos a UN CAMBIO DE VERDAD EN SANTA FE”, escribió la ex ministra de Seguridad quien esta semana no descartó el uso de las Fuerzas Armadas para combatir el narcotráfico en la provincia si era presidenta.

La pregunta es clara: ¿es un resultado sorpresivo o lógico?

Veamos: el gobierno lleva años peleándose. Va de interna en interna con todos agarrándose de los pelos, cambia de ministros como de calzoncillos, lo presenta a Manzur como el salvador, después a Scioli como el salvador, después a Massa como el salvador. Pero los sueldos caen en picada, la inflación supera récords mes a mes.

El presidente no da pie con bola, la vicepresidenta sólo parece preocupada en zafar de la cárcel, entonces todo se explica más fácil.

Para resumirlo, la gente está repodrida, harta y ahogada sin un peso en el bolsillo.

Avellaneda es una intendencia y nada más. Pero a prestar atención, puede ser un anticipo de lo que se viene. Las agujas del reloj corren y todo empeora en lugar de mejorar. Que nadie se sorprenda.

Muchachos, el pan a 400 pesos el kilo, el boleto a 70 pesos, ¿Qué esperan? ¿Que los vuelvan a votar para qué? Se hunde el barco chiques.

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