En la provincia árida de Catamarca, donde las condiciones climáticas presentan desafíos constantes, la jardinería se vuelve aún más crucial en medio del cambio climático y la amenaza de sequías recurrentes. Aguas de Catamarca recomienda a los entusiastas de la jardinería, priorizar la conservación del agua y adaptarse a un entorno más seco.
Crear un jardín sostenible y resistente implica no solo la estética y la eficiencia, sino también la consideración cuidadosa de las condiciones climáticas locales. En este contexto, eliminar las malas hierbas se vuelve fundamental, ya que no solo afectan la estética, sino que también compiten por el escaso recurso hídrico con nuestras plantas.
El riego estratégico, preferiblemente en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, es esencial para evitar la evaporación rápida bajo el fuerte sol catamarqueño. La elección de sistemas de riego como el goteo se convierte en una herramienta valiosa, asegurando que cada gota se utilice eficientemente y llegue directamente a las raíces.
Las plantas autóctonas, la colocación sabia de las macetas a la sombra y el uso moderado de fertilizantes son prácticas importantes para adaptarse a las demandas climáticas únicas de Catamarca. Además, la cobertura del sustrato con mantillo o áridos decorativos no solo ayuda a evitar la evaporación, sino que también actúa como una barrera protectora en un entorno más seco.
En un contexto donde la sequía y el cambio climático son realidades palpables, la creación de jardines conscientes del medio ambiente se convierte en un acto fundamental. Estos esfuerzos no solo embellecen los espacios exteriores, sino que también contribuyen a la sostenibilidad y resiliencia en un entorno desafiante como el de Catamarca.