En octubre de 2018, expertos en enfermedades infecciosas de la Universidad de Hong Kong se encontraron con el primer caso conocido de un humano infectado por una versión del virus de la hepatitis E transmitido por una rata.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis E es una enfermedad hepática debida a la infección por el virus de la hepatitis E (VHE). Se calcula que cada año hay unos 20 millones de casos por esta afección, de los cuales 3,3 presentan los síntomas de esta enfermedad.
Los signos y síntomas característicos que presenta esta enfermedad son una fase inicial con fiebre leve, disminución del apetito, náuseas, vómitos, que dura pocos días, aunque algunas personas pueden tener también dolor abdominal, picazón sin lesiones cutáneas, erupciones en la piel o dolores articulares. La ictericia o coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica de los ojos es típica de la hepatitis, acompañada por orina oscura, heces claras y un ligero aumento del tamaño del hígado, conocido como hepatomegalia, con dolor ante la palpación. Normalmente, la enfermedad se resuelve entre dos y seis semanas.
El virus se transmite por la ruta fecal-oral, principalmente a través de agua contaminada y afecta a todas las zonas del mundo pero su prevalencia es mayor en Asia oriental y meridional. Se conocen cuatro cepas diferentes de este virus, que afectan a distintos animales. Hasta ahora, solo una de ellas estaba presente en humanos.
El caso más reciente, el número 11, apareció hace una semana. Se trata de un hombre de 61 años con función hepática anormal dio positivo el 30 de abril.
La cepa de hepatitis transmitida por ratas plantea un nuevo misterio: nadie sabe a ciencia cierta cómo se están infectando estas personas. Los investigadores no han podido identificar la ruta exacta desde que el virus aparece en los roedores hasta que contagian a los humanos.
El caso del paciente 11 desconcierta a los científicos, ya que determinaron que no había ratas ni excrementos de ratas en su hogar, nadie más en su hogar ha mostrado síntomas y no tiene antecedentes de viajes recientes.
Yuen Kwok-yung, un microbiólogo involucrado en la investigación, dijo que el caso representa una “llamada de atención” para que las autoridades mejoren las condiciones de higiene en la ciudad.