En Argentina, la ropa es notablemente más cara que en el resto de la región y a nivel global. Este fenómeno se ha intensificado desde la salida de la convertibilidad, impulsado por el creciente proteccionismo, la alta presión impositiva, la inflación persistente y la inestabilidad macroeconómica. Sin embargo, algunas prendas aún tienen precios competitivos.
Un informe de Fundar, que analizó 390,000 precios en línea de 33 tipos de ropa a nivel local e internacional, destaca que en abril la canasta de prendas en Argentina era un 35% más costosa que en el resto de la región al tipo de cambio oficial, y un 16% más cara considerando el dólar MEP. El análisis incluyó comparaciones con Perú, Uruguay, México, Chile, Colombia y Brasil.
Aunque en términos absolutos la ropa en Argentina es cara, el informe señala que, en comparación con otras partes del mundo, una prenda promedio en el país permite comprar más bienes y servicios. Entre 2020 y 2022, la indumentaria y el calzado fueron los rubros con mayores aumentos en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC.
Las razones de este encarecimiento son diversas. Según Fundar, la alta protección comercial, la incertidumbre macroeconómica y el tipo de cambio fluctuante han contribuido a aumentar los precios de los bienes, incluida la ropa. Además, la presión tributaria, las barreras a la importación y el acceso limitado al crédito también han jugado un papel importante.
El informe destaca que Argentina es relativamente más barata en ropa de tejidos de punto y ropa para niños, pero más cara en productos de tejidos planos y ropa para adultos. La variabilidad de precios en el país es una de las más altas de la región, junto con Uruguay.
Desde 2002, los precios de la ropa en Argentina comenzaron a divergir significativamente de los de otros países, alcanzando niveles más altos en comparación con Estados Unidos, Europa y América Latina. Esta tendencia explica por qué hoy en día una prenda en Argentina permite adquirir más bienes y servicios en comparación con gran parte del mundo.
Fundar identifica ocho factores clave que influyen en el alto costo de la ropa en Argentina, incluyendo barreras a la importación, incertidumbre económica, y la regulación de precios en servicios públicos que impacta en los precios de bienes no regulados, como la ropa. La alta presión tributaria y la limitada productividad sectorial también contribuyen al encarecimiento.