Una vez que el gobernador Raúl Jalil se mostró dispuesto a ir a la batalla y lo dejaron fuera de juego mal.
El catamarqueño se calzó el traje de boina verde y se pintó la cara para ir a la guerra contra la Corte de Justicia, juró lealtad hasta el fin al general Alberto Fernández y regresó a Catamarca listo para enfrentar a la Corte, con el discurso de que era “imposible de cumplir” la orden de devolverle coparticipación a Capital Federal.
Pero apenas llegó acá listo para defender esa postura, se enteró de que Alberto ya había claudicado y cambió de opinión: dijo que sí va a acatar el fallo.
El pobre Raúl fue, puso la caripela, se sacó la foto, se comió las críticas y denuncias de toda la oposición, y todo para nada. ¡Recalculando!
Al final, tanto que lo criticaron por su optimismo profesional, parece que hacía bien, ya que Raúl siempre dijo que todo le parece bien, él aplaudía a Cristina, aplaudió a Macri y aplaude a Alberto y con todos dijo que la cosa iba a mejorar. Por una vez que quería pelearse y lo bajaron del ring antes de la primera campana.
Ya desconcertado, ahora dijo que va a respaldar al presidente en lo que sea que decida. Pobre, más desorientado que chancho en la terraza.
En fin, difícil llevarle la contra al que reparte la torta. Y difícil también hacer política sin convicciones ni ideas claras.
Por lo menos el santiagueño Gerardo Zamora se mantuvo firme y le puso algo de épica a su lucha: “Nos subestiman, esa es una lucha que no ha terminado hermanos comprovincianos. Vamos a defender el federalismo, sin federalismo no hay país o hay un país muy injusto; y vamos a perder la oportunidad de ser una gran nación. Vamos a seguir queriendo a nuestra patria a la cual amamos no como desde el centralismo porteño que sienten dueños del país al cual detestan; nosotros queremos a nuestro país y vamos a trabajar para eso y estamos trabajando muchos gobernadores unidos en ese sentido. Si tengo que ir preso para defender el federalismo y a Santiago del Estero, aquí estoy”.
Tomen nota los escribas de Casa de Gobierno: a Raúl le preguntaron por el mismo tema y tras catorce segundos de duda se puso a hablar de las baterías de litio.
El Catucho.