El dictador Nicolás Maduro no oculta su relación con diversos grupos terroristas internacionales. Durante un acto en Caracas este sábado por la noche, se pronunció sobre la muerte de Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, ocurrida en Beirut.
En su discurso ante seguidores, Maduro condenó el ataque israelí que resultó en la muerte del jefe terrorista y expresó su solidaridad con el grupo extremista libanés. “Hoy se ha dado a conocer el asesinato de un líder del mundo musulmán, de los pueblos árabes, el señor Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah”, afirmó a viva voz.
Continuando con su mensaje, agregó: “A nombre del bloque histórico revolucionario de las fuerzas bolivarianas de Venezuela, quiero expresar nuestra solidaridad con Hezbollah, su familia y el pueblo del Líbano”.
Maduro, conocido por sus vínculos con el extremismo islámico y acusado de crímenes de lesa humanidad en Venezuela, sostuvo que el ataque fue ordenado por Israel “desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York”. “Los cobardes del mundo callan, pero los pueblos rebeldes no dejaremos que se apague nuestra voz. Por eso, hago un llamado a los pueblos del mundo, a los pueblos musulmanes y árabes, a solidarizarse con el pueblo palestino y el pueblo del Líbano”, concluyó.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este sábado la eliminación de Nasrallah en un ataque ejecutado el viernes en Beirut. El líder de Hezbollah fue abatido junto con Ali Karki, comandante del Frente Sur de la organización, y otros altos mandos, en un operativo minucioso basado en información de inteligencia.
El ataque fue llevado a cabo por aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel (IAF), que lanzaron un bombardeo preciso sobre el Cuartel General Central de Hezbollah, ubicado en un edificio residencial en la zona de Dahye, Beirut. En el momento del ataque, Nasrallah se encontraba en el lugar, planificando nuevas acciones terroristas dirigidas contra Israel.
El régimen venezolano, aliado de Irán, ha abierto sus puertas a los terroristas de Hezbollah, quienes también mantienen una fuerte presencia en la Triple Frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina. Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, las relaciones entre Venezuela y la República Islámica se han estrechado, permitiendo a Irán expandir su influencia militar y financiera en América Latina a través de Hezbollah.
Los lazos entre Venezuela e Irán se fortalecieron durante las presidencias de Ahmadinejad y Chávez en 2005. Sin embargo, Hezbollah ha tenido células en Venezuela desde principios de los años 90, y su influencia se ha incrementado notablemente con el chavismo. Investigaciones indican que Tareck El Aissami, exministro y vicepresidente actualmente detenido por corrupción, fue responsable de la infiltración de miembros de Hezbollah en el país. Este funcionario ha sido sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea y figura en la lista de los más buscados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.