Miserables, sinvergüenzas, eso son. Parece mentira, pero las super empresas internacionales que se llevan el litio de Catamarca, que supuestamente son la gran llave al paraíso para esta provincia, están despidiendo personal.
Estos capitales extranjeros, que vienen, contaminan, saquean, se hacen más ricos de lo que son y hacen felices a un par de funcionarios hábiles en hacer la vista gorda, ¡ajustan al personal!
Están dejando gente sin trabajo para tener los números que les gustan, ellos, que son los mismos que ganaron millones y millones de dólares triangulando entre empresas propias para evadir impuestos, subfacturando, comprando y vendiéndose a precios irrisorios ellos mismos para fraguar papeles truchos y evadir lo que tienen que tributar.
Estos mismos pulpos multinacionales que cambian de nombre según se pasan las acciones entre unos y otros, dejan sin trabajo a los catamarqueños.
Los despidos ya fueron confirmados por Arcadium Lithium, que es la nueva firma que salió del rejunte de Livent con Allkem Galaxy. Estos vivillos decidieron recortar personal porque no les importa nada tachar un par de nombres y ahorrarse unos cuántos sueldos.
Ahí tienen la maravilla del “oro blanco” que traía progreso a Catamarca. Ahí tienen la realidad que nadie puede desmentir, ahí tienen el pensamiento de los famosos capitales que van a buscar desesperados besándoles los pies.
Y acá echan gente. ¿Por qué hay despidos? ¿Tienen problemas? ¿Están en riesgo? No parece: Después de completar la fusión de Allkem y Livent, la entidad combinada, Arcadium Lithium, anunció que acumuló 2 mil millones de dólares en ingresos proforma para 2023.
“Estamos entusiasmados de comenzar a operar oficialmente como Arcadium Lithium, aprovechando las fortalezas de dos organizaciones altamente complementarias y continuando creciendo como uno de los principales productores de productos químicos de litio a nivel mundial”, dijo el presidente y director ejecutivo de Arcadium Lithium, Paul Graves, que por supuesto se reunió y anduvo a los besos y abrazos con Raúl Jalil.
¿Les van a decir algo? ¡Qué les van a decir! Si robaron a cuatro manos, fueron denunciados por la Aduana y acá nadie dijo ni mu. Menos les va a preocupar la suerte de los trabajadores.
El catucho
