La comunidad Diaguita de Anconquija denuncia detenciones y vejaciones

Miembros y autoridades de la Comunidad Originaria Diaguita Anconquija denunciaron la detención, maltrato y represión arbitraria de 10 comuneros y 5 vecinos de la localidad, entre ellos mujeres, madres, padres de familia y ancianos. Los integrantes de la misma sostienen que intentan proteger la salud del pueblo frenando el ingreso “irregular” de camiones paperos de Tucumán para evitar la entrada del coronavirus a Catamarca.

Difundieron el siguiente comunicado:

El sábado 18 de abril, siendo de público conocimiento que los camiones paperos no estaban cumpliendo con las medidas sanitarias correspondientes al ingreso y tránsito en la provincia de Catamarca a través de Aconquija, nos vimos en la responsabilidad, junto con otros vecinos de la localidad, de concurrir al puente del Río Las Chacras, a verificar tal situación irregular. Encontrándonos allí, siendo las 15:30 hs aproximadamente, se presentó la policía local con un grupo de Infantería de nuestra provincia, nos secuestró los celulares, nos aprehendieron y sujetaron sin mediar diálogo. Encontrándonos nosotros con barbijos, en actitud pacífica, sin resistirnos, la Infantería infringiendo los protocolos y decretos presidenciales, nos golpeó, nos insultó, nos obligó a permanecer arrodillados por horas con las manos en la nuca, precintados, sin poder movernos. Arrojaron el símbolo de nuestra identidad, la wiphala al río. Uno de los comuneros fue empujado desde el puente y de milagro no cayó al vacío, otra recibió tal golpiza que tuvo que ser hospitalizada. Exigimos el informe de los médicos de turno con los moretones que tiene en su cuerpo. Los hermanos aprehendidos estuvimos incomunicados y hacinados : 12 hombres, uno de 71 años de edad, sin medidas de seguridad sanitaria en un solo calabozo de 2m x 2,5 m, violando de esta manera el distanciamiento social preventivo y obligatorio y el protocolo de seguridad. Fuimos liberados después de 22 horas, gracias a la acción conjunta de la organización comunitaria local, el SERPAJ, que activó una red de solidaridad, así como las denuncias contra el accionar de la policía y de la Fiscal a cargo Soledad Rodriguez, a través de la puesta en conocimiento a los organismos competentes en materia de derecho indígena. La policía se negó a recibir un Habeas Corpus el domingo en la mañana alegando que no les correspondía dado que involucraba a la autoridad policial. Los vehículos de todos están secuestrados en este momento.

Estábamos en reclamo por el riesgo que supone el accionar irregular de los camiones paperos, velando por la salud de nuestros hermanos para evitar posibles contagios del COVID-19 con personas que ingresan de la vecina provincia de Tucumán donde ya tienen muchos casos. No queremos que nuestros abuelos, padres, hermanos, hijos y familiares estén expuestos a tremendo peligro, más aun teniendo en cuenta las muy precarias condiciones de nuestro hospital y sus trabajadores. A todo esto agregamos el tremendo daño que hace décadas los paperos hacen, usurpando, contaminando y saqueando bienes territoriales como el agua y sitios ancestrales. Lamentablemente a pesar del DNU 297/2020 se sigue priorizando el rédito económico por sobre de la salud.

¿Por qué los usurpadores del Campo del Pucará pueden pasar libremente por nuestro pueblo y detenerse en cualquier lugar sin que las autoridades les llamen la atención, pero cuando nosotros salimos a reclamar por la salud de todos se nos detiene como a delincuentes peligrosos?

Repudiamos todos estos actos de violencia y pedimos a los catamarqueños que manifiesten su apoyo y se hagan eco de lo que nos está sucediendo en Aconquija para que entre todos logremos atravesar esta crisis sanitaria.

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