La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, otorgó la ciudadanía italiana al presidente argentino, Javier Milei, y a su hermana Karina, quien ocupa el cargo de secretaria general de la Presidencia. Este reconocimiento se realizó bajo el principio de ius sanguinis (“derecho de sangre”), que permite a los descendientes de italianos obtener la nacionalidad sin importar la generación o la distancia temporal de sus antepasados.
Durante una visita reciente de Meloni a Argentina, Milei había mencionado que su ascendencia es “75% italiana”, ya que su abuelo paterno emigró desde Italia y, por parte de su madre, también posee raíces italianas.
Aunque la ciudadanía fue otorgada legalmente por descendencia, la decisión generó controversia en Italia. Algunos parlamentarios de la oposición cuestionaron no el reconocimiento en sí, sino la rapidez del proceso, considerando que otros trámites similares suelen ser más extensos y complejos.