El Gobierno nacional oficializó este viernes una modificación clave en el esquema de retenciones agropecuarias, al establecer mediante el decreto 439/2025 el restablecimiento de los derechos de exportación plenos para algunos cultivos y la prórroga del beneficio impositivo para otros.
A partir del 1° de julio, volverán a aplicarse las alícuotas tradicionales para distintos productos: 33% para la soja, 12% para el maíz y el sorgo, y 7% para el girasol. En contraste, se resolvió mantener la reducción temporal del 9,5% para el trigo y la cebada hasta el 31 de marzo de 2026.
El anuncio se dio en un contexto de fuerte actividad comercial, ya que en los días previos a la entrada en vigencia del nuevo esquema, se aceleraron las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE). Productores y exportadores buscaron así cerrar operaciones bajo el régimen aún vigente y con retenciones más bajas.
Como parte de este régimen transitorio, las empresas beneficiadas deberán ingresar el 95% de las divisas en un plazo de 15 días desde la operación, lo cual se traduce en una inyección inmediata de dólares al Banco Central. Según datos oficiales, desde el 27 de enero —cuando se implementó por primera vez la baja temporal— se registraron ventas por 15,8 millones de toneladas de subproductos de soja, 17,9 millones de maíz, 6,5 millones de poroto de soja y 3,8 millones de aceite de soja. Solo en las últimas dos semanas, el ingreso estimado en divisas rondó los 5.000 millones de dólares.
La medida provocó respuestas diversas dentro del sector agropecuario. Por un lado, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) respaldó la decisión de extender la rebaja a trigo y cebada, y expresó su expectativa de avanzar hacia una reforma más amplia:
“Consideramos que va en el camino correcto. Seguiremos trabajando junto a las entidades de productores para lograr la eliminación de todos los derechos de exportación y avanzar en una disminución gradual y consecutiva de los DEX para la soja y para los productos del complejo agroindustrial exportador, que es el principal generador de divisas del país”.
En contraposición, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Coninagro manifestaron su desacuerdo con la restitución del 33% de retenciones para la soja y el 12% para el maíz, dos cultivos claves para el productor argentino. En tanto, la Sociedad Rural Argentina (SRA) optó por no emitir una opinión definitiva en esta etapa y mantiene una postura de cautela, a la espera de la visita del presidente Javier Milei a la próxima edición de la Exposición Rural de Palermo.