Corpacci y Andrada se inmolan por Cristina

Antes de las elecciones de 2019, para renovar las cámaras legislativas de todo el país y fundamentalmente del Congreso de la Nación, la consigna principal era una sola: armar un Senado que le ofreciera protección a Cristina Fernández de Kirchner ante la Justicia.

Jaqueada por las causas de corrupción, Cristina armó un Senado servil y sumiso, con el único objetivo de eludir a los jueces.

Los oficialistas que aspiraran a una banca en la Cámara alta del Congreso tenían que asegurar un solo punto: responder a Cristina. Ni proyectos provinciales, ni pueblo ni defender a Catamarca. Obedecer a Cristina y hacer cualquier cosa para salvarla de la justicia. Esa era la misión.

Por eso buscaron a Corpacci, fanática K, aunque le quedaban dos años como diputada nacional. Era garantía de obediencia debida y no le dieron a elegir: senadora ya. Y Guillermo “Joao” Andrada, antijalilista de la primera hora mutado en ministro de Jalil, aceptó el convite.

Levantar la mano cada vez que se les ordenara ya estaba en el “contrato” original, no había discusión. Pero en la desesperación que reina en el gobierno, los llevaron a humillarse con una burla a las instituciones y la democracia, y lo hicieron sin chistar.

Los dos se inmolaron por su jefa incondicional, la misma que eligió a Alberto como candidato a presidente y ahora le serrucha el piso con diez sierras eléctricas.

Los catamarqueños se prestaron a un juego ridículo y obsceno, a una maniobra evidente y grotesca.

Como quieren quedarse con una silla más en el Consejo de la Magistratura, y esa silla corresponde a la bancada de la minoría, armaron un mamarracho de simular una división entre los propios senadores oficialistas, para tener así dos bloques y arrebatar de prepo la silla de la minoría a la oposición.

Una jugada sucia propia de quienes hacen cualquier cosa por salvar su pellejo, que aceptaron los senadores del Frente de Todos catamarqueño, serviles a las órdenes de una Cristina acorralada por causas de corrupción.

Hay una larga historia de papelones de legisladores nacionales catamarqueños, pero ellos merecen el premio mayor. Una vergüenza y una burla a todos los argentinos, y a los comprovincianos que los votaron, seguramente, no para ir a proteger a CFK a cualquier costo.

 

Dicen que ya están listos para volver a Catamarca con cara de nada y encima hablar de la Constitución, después de pisotear la institucionalidad como un trapo. ¿Será?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí