El diputado José Sosa es un político con muchos años de trayectoria, muy poco fructíferos para la comunidad pero seguramente positivos para él, ya que nunca se alejó de la actividad.
Si fuera futbolista sería uno de esos jugadores hábiles que pintaban lindo en inferiores pero terminaron jugando en Torneos Regionales, porque amenazaba con liderar algo, formó su agrupación, y nada. No pasó de ahí. Le alcanzó para reclamar un lugar X en las listas, para pintar su cara en algunas paredes, y su voz de referente oficialista, con la caída del Frente Cívico, lo dejó como un opositor más, aliado del macrismo en una bancada minoritaria que no logra trascender más allá de la queja.
Pero ahora tuvo un furcio que lo dejó en el centro de la escena, nada menos que en la sesión de Diputados, cuando largó una confusa frase mientras se trataba la constitución de la Región Minera del Litio.
“Chichí”, que se oponía al acuerdo interprovincial, metió la pata al reclamar porque “uno tiene que venir a levantar la mano gratis”, sobre un tema que tanto dinero mueve.
Claro, gratis no va, eso está claro, pero vaya a saber qué pedazo de la torta reclama, quizás una porción de la “formidable caja” de dinero que el rubro mueve y a la que hizo alusión antes.
“(La minería) es una política del gobernante de turno, porque para ser una política de Estado tienen que involucrarnos a todos. (En Catamarca) queda ligada a un grupo familiar gobernante específicamente y me inclino a pensar que está pensando en términos electorales, ya que lo que hace el actual titular del Ejecutivo en términos mineros es llevar adelante una formidable caja económica para utilizarla en su ambicioso proceso reeleccionista. Desconfío total y absolutamente de una de las patas de esa mesa tripartita. (A la oposición) en este Gobierno no se la tiene en cuenta absolutamente para nada y uno tiene que venir acá a levantar la mano gratis”.
Ese fue su discurso. ¿Lapsus linguae? ¿Sincericidio? ¿Banelco y apruebo lo que quieras? ¿Qué quiso decir?
Bueno, todos se mataron de risa, diputados oficialistas y opositores, porque todos entendieron que dijo lo que dijo.
Entonces quiso aclarar sus palabras. Pero ya se sabe, cuando hay que salir a aclarar ya es tarde. Convídenle algo a Chichí.
Nos vamos escuchando la canción de los Ratones Paranoicos… “yo quiero mi pedazo, por qué no me lo dan”.
