Empató 1 a 1, un resultado que no le alcanzó para revertir el 4 a 1 de la ida. ¿Qué será del futuro de Messi?
La remontada parecía muy difícil y si Barcelona aún tenía esperanzas era por la presencia de Lionel Messi. Pero el fútbol no dio sorpresas en París: el PSG aguantó los momentos de buen fútbol de su rival, empató 1 a 1 y avanzó a cuartos de final. Este tal vez sea el final de una era: ¿El 10 jugó su último partido de Champions con el Culé? Su contrato termina en junio y aún no hay definiciones sobre su futuro.
El Barcelona al menos se fue con la frente en alto. Jugó bien e hizo todo lo que estuvo a su alcance para torcer la serie. Pero el daño que Kylian Mbappé había hecho en el Camp Nou fue demasiado grande. Los tres goles que el francés metió en el terrible 4 a 1 dieron la sensación de fin de ciclo en el club catalán, que hace años atraviesa una grave crisis futbolística y dirigencial. Las elecciones, que dieron a Joan Laporta como vencedor, tal vez sea un impacto positivo en el futuro.
El equipo de Ronald Koeman jugó un primer tiempo muy bueno. Tal vez el mejor en lo que va del ciclo del holandés. Desde el primer minuto del partido buscó descontar, con Messi como principal lanza de ataque. Ousmane Dembelé, apuntado tantas veces por su poca claridad de cara al arco, volvió a fallar en reiteradas oportunidades. Mbappé abrió el encuentro con un penal que fue bien revisado y cobrado a través del VAR.
Con la llave 5 a 1 a favor de los franceses, Messi se desesperó. Cada intervención con la pelota fue aún más filosa. Apenas siete minutos después del gol rival, el 10 sacudió el arco de Keylor Navas con un zurdazo inatajable. El ruido de la pelota besando la red fue casi poético y solo posible de escuchar gracias a ausencia de los hinchas en las tribunas; la televisación repitió una y otra vez la imagen en cámara lenta. Una obra de arte.
Pero el fútbol tiene estas cosas. El rosarino brillaba y cerca del final del primer tiempo desperdició la chance de darle vida al Barcelona: Navas le atajó un penal. La decepción de Messi era evidente y las cámaras lo enfocaron mientras se iba al vestuario muy molesto por la situación fallada. Fue el principio del fin. El nivel de juego bajó en general en el segundo tiempo y el PSG no tuvo que hacer más que defenderse con mucha fortaleza física y mental.
Barcelona pagó muy caro los errores cometidos en la ida y esta noche, en París, Messi podría haber jugado sus últimos minutos con esa camiseta en la Champions. Mientras se habla de posibles ofertas del City y el PSG, el nuevo presidente prepara una estrategia final para intentar renovarle el contrato que expira a fines de junio. En estas horas el nombre de Sergio Agüero pica en punta para reforzar el plantel y seducir al 10. ¿Cómo terminará esta novela?