Los elevados niveles de inflación que se registraron en los últimos meses impactan de lleno en el poder adquisitivo de los argentinos. Es que luego del fuerte salto del IPC de julio (7,4%) y la leve desaceleración de agosto (7%), se estima que en septiembre volvería a rondar el 7%. Y eso se traduce en un menor consumo.
Se trata de una contracción que impacta, también, en los artículos de consumo masivo. Así se desprende de distintos informes privados y es lo que perciben los comerciantes. “Cerramos septiembre con una retracción del consumo de entre 4 y 5% en unidades vendidas en la comparación interanual”, explicó Victor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados (FASA).
El principal motivo de este escenario es, lógicamente, la suba de los precios. “Sin duda, en escenarios inflacionarios como el que estamos viviendo, esto le pega de lleno al bolsillo del consumidor y el consumo se contrae. Esa es la preocupación que tenemos”, remarcó Palpacelli a Ámbito.
Justamente, al referirse a los aumentos de los precios, el titular de FASA destacó que septiembre “fue un mes similar a agosto”. “Tuvimos modificaciones de precios en todas las categorías, prácticamente todas las empresas pasaron modificaciones de precios. En cuanto al porcentaje de las subas, se vio una leve desaceleración. Se destacaron con aumentos por encima del promedio los productos que estaban contenidos bajo los fideicomisos harineros, de aceite y de fideos. Estos productos y sus derivados, hicieron que los alimentos suban en forma importante, al quedar afuera del fideicomiso. Entendemos que la Secretaría de Comercio está trabajando para reconstituirlos”, subrayó.
Esta merma en el consumo masivo ya se había percibido en agosto. Es que de acuerdo al relevamiento que realiza la consultora Focus Market, se registró una contracción de 7,3% interanual, para acumular una contracción de 2,6% en los primeros ocho meses del año.