El presidente Javier Milei volvió a poner en duda la continuidad de Argentina en el Mercosur al afirmar que su gobierno está dispuesto a flexibilizar su participación o incluso abandonar el bloque con el objetivo de firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
El anuncio lo hizo durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, en un discurso en el que criticó el rol del Mercosur y sostuvo que el bloque “solo ha beneficiado a los industriales brasileños en detrimento de la economía argentina”. La declaración se enmarca en la postura que ya había expresado el oficialismo en diciembre pasado, cuando Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, llevaron su propuesta de flexibilización a la cumbre regional en Montevideo.
Las reglas actuales del Mercosur establecen que los países miembros deben negociar acuerdos comerciales de manera conjunta, una política comercial común que quedó formalizada en el Protocolo de Ouro Preto en 1994. Esta norma impide que un país firme tratados de libre comercio sin el consenso del resto de los socios. Sin embargo, Milei sostuvo que Argentina debe avanzar en acuerdos bilaterales sin esperar el visto bueno de Brasil, Uruguay o Paraguay.
La flexibilización del Mercosur es un tema que ha sido debatido en la región durante los últimos años. Exmandatarios como Jair Bolsonaro y Luis Lacalle Pou impulsaron la idea de permitir acuerdos individuales, pero actualmente Argentina es el único país que sostiene esta postura. Tanto el presidente brasileño, Lula da Silva, como el nuevo mandatario uruguayo, Yamandú Orsi, se han mostrado contrarios a modificar el esquema de negociaciones conjuntas.
Reforma fiscal y tributaria
Además de sus declaraciones sobre el Mercosur, Milei anunció que su gobierno enviará al Congreso un paquete de reformas económicas que incluyen la obligatoriedad del equilibrio fiscal en todos los niveles del Estado. Propuso una meta de reducción del gasto público hasta el 25% del PBI en 2027 y la implementación de una “competencia tributaria” entre provincias, permitiendo que cada jurisdicción decida qué impuestos aplicar.
También anticipó una reforma impositiva estructural que eliminaría el 90% de los tributos nacionales, reduciendo el sistema a solo seis impuestos clave. Según Milei, este esquema simplificará la carga impositiva, incentivará la inversión y fomentará el crecimiento económico.