La causa penal contra la ex jueza comodorense Mariel Suárez, quien se vio envuelta en un escándalo por besar a un preso dentro de la cárcel, ha concluido sin consecuencias legales. La Justicia decidió sobreseerla al considerar que la fiscalía no pudo probar la existencia de los delitos que le fueron imputados.
El fallo fue dictado por el juez penal de Trelew, Marcelo Nieto Di Biase, quien basó su decisión en un argumento presentado por la defensa: la audiencia entre la magistrada y el detenido, Cristian “Mai” Bustos, se llevó a cabo dentro de los plazos establecidos y no afectó el servicio judicial.
La fiscal general María Bottini había acusado a Suárez de solicitar un día de licencia por enfermedad sin tener un motivo válido, lo que, según su relato, permitió demorar la audiencia con Bustos hasta el 31 de diciembre de 2021. Esta supuesta irregularidad fue la base de la acusación contra la ex jueza.
Durante el juicio, Bottini también indicó que Suárez llegó a Trelew el 29 de diciembre, y que se reunió con el preso en varias ocasiones dentro de la cárcel. Bustos había sido condenado por el asesinato de un policía, y Suárez había sido parte del tribunal que dictó la sentencia en su contra.
Por su parte, la defensa, liderada por Gustavo Oyarzún, argumentó que la solicitud de licencia o las visitas al preso no constituían un delito. Además, sostuvo que la fiscalía no demostró cómo el falso parte de enfermedad afectó el funcionamiento del servicio de Justicia ni qué leyes había quebrantado Suárez.
Oyarzún también destacó que el cargo por omisión de los deberes de oficio era incompatible con el de incumplimiento de los deberes de funcionaria pública, lo que llevó a su defensa a calificar la acusación como “inconsistente”. Añadió que la ex jueza no dictó ninguna resolución o orden ilegal y que el aplazamiento de la audiencia no superó las 48 horas, sin que esta corriera riesgo de suspensión.
A pesar del sobreseimiento, Suárez enfrentó consecuencias en el ámbito del Poder Judicial. En noviembre de 2023, fue destituida de su cargo como jueza en Comodoro Rivadavia por el Tribunal de Enjuiciamiento. Asimismo, en abril de este año, fue apartada de un concurso para ser camarista federal en Chubut por “carecer de la idoneidad requerida para el ejercicio de la Magistratura de la Nación”, decisión tomada por el Consejo de la Magistratura, presidido por Horacio Rosatti, actual presidente de la Corte Suprema de Justicia.
Tras su destitución, Suárez declaró que el proceso en su contra se debió a su condición de mujer, acusando al Tribunal de aplicar criterios desiguales al juzgar a otros magistrados. Como ejemplo, mencionó el caso de dos fiscales y un juez denunciados por intentar detener a un ministro en funciones sin el desafuero correspondiente.