Temporal en Bahía Blanca: el Gobierno dejó de lado la confrontación y coordinó con Kicillof

El devastador temporal que azotó Bahía Blanca generó un giro en la estrategia del Gobierno nacional, que esta vez optó por la coordinación con la gestión de Axel Kicillof en lugar del enfrentamiento político. A diferencia de crisis recientes, como la inseguridad en la provincia de Buenos Aires o los incendios en la Patagonia, la Casa Rosada reaccionó rápidamente y articuló acciones con la administración bonaerense para hacer frente a la emergencia.

El cambio de postura quedó en evidencia con el accionar del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quienes respondieron temprano a los pedidos de asistencia de la provincia. “Hablé con Guillermo Francos, le dije que íbamos a necesitar la colaboración nacional, me pidió que hable con Patricia Bullrich y así lo hice”, reconoció Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense.

Sin embargo, la sintonía no fue total. A diferencia de diciembre, cuando viajó a Bahía Blanca tras otra tormenta, el presidente Javier Milei decidió quedarse en Olivos y monitorear la situación a distancia. Aunque suspendió su viaje a Mendoza, evitó una nueva foto con Kicillof, dejando la presencia en la zona a Bullrich y al ministro de Defensa, Luis Petri, quienes llegaron recién por la tarde.

Un giro estratégico en la gestión de crisis

El contraste con otros eventos recientes es notorio. Hace menos de un mes, el Gobierno fue criticado por su respuesta tardía a los incendios en Chubut, Río Negro y Neuquén, y por su falta de coordinación con los gobernadores del Sur. En ese entonces, la Casa Rosada argumentó que “no podía intervenir sin un pedido formal de las provincias”, una postura que ahora se modificó ante la emergencia climática en territorio bonaerense.

Desde el Gobierno explicaron que la decisión de involucrarse de inmediato respondió a la diferencia entre una inundación y un incendio: “Al fuego lo controlás, no lo apagás hasta que llueve. Con una inundación tenés más margen de acción”, justificaron. Además, aseguraron que con gobernadores como Ignacio Torres (Chubut) o Alberto Weretilneck (Río Negro) se pueden consensuar medidas, mientras que con Kicillof “no hay diálogo posible en temas de seguridad”.

La reacción política y el factor económico

El temporal también llevó al Ejecutivo a adoptar una postura distinta respecto a la asistencia financiera. A diferencia de otros desastres naturales, donde se insistió en que “cada provincia debe hacerse cargo”, esta vez el ministro de Economía, Luis Caputo, autorizó un desembolso de fondos del Tesoro Nacional para ayudar a los damnificados.

Patricia Bullrich utilizó sus redes sociales para destacar la rápida respuesta del Gobierno: “Desde el minuto cero constituimos el Comando Unificado y desplegamos a la PNA, GNA y la brigada USAR de la PFA”. Kicillof, por su parte, dejó de lado momentáneamente las críticas a Milei y se enfocó en la coordinación del operativo de emergencia.

Mientras tanto, en Olivos, el Presidente seguía la situación sin definir si viajaría a Bahía Blanca. “Está monitoreando todo y ha dado órdenes específicas de cómo actuar”, afirmó Francos. Aunque el mandatario evitó una nueva foto en el territorio bonaerense, su gobierno tomó un camino distinto al de otras crisis recientes: esta vez, la prioridad fue la gestión antes que la confrontación.