Somos los hijos de la pavota

Se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Vaya a saber, difícil ver a otro animal tropezar con piedras.

Pero el refrán se puede aplicar a los gobiernos catamarqueños, que volvieron a cometer un error garrafal, y le llamamos error por pura generosidad, para no decir que miraron para otro lado y nos entregaron atados a todos.

¿De qué hablamos? Del mayor verso que nos hicieron tragar a los catamarqueños en la historia: las bondades de la minería. Fue hace 30 años con el oro, es ahora con el litio. Siempre es la misma promesa, vamos a ser todos ricos, nos vamos a beneficiar, va a haber trabajo, el mundo envidia nuestras riquezas, tenemos reservas de esto y lo otro, es un potencial ultramultimillonario y la mar en coche.

Y acá cada vez hay más miseria, no hay trabajo, la pobreza pasó el 40 por ciento y seguimos sin agua. En el medio, claro, algunos sí progresan. Funcionarios por ejemplo, legisladores por ejemplo, extranjeros por ejemplo. Y ese es el punto.

El primer tropiezo del que hablamos fue a comienzos de los 90, cuando se entregó el yacimiento de Bajo La Alumbrera, para que se llevaran toneladas –repetimos, to-ne-la-das- de oro, cobre, etc, y nos dejaran hermosos pozos y contaminación.

Todo ese oro, una fortuna incalculable, era de los catamarqueños. Y para la explotación, se armó una “UTE”, una unión transitoria de empresas, que le dio los derechos (adjudicó) el yacimiento a una firma pedorra, la Musto.

Y el paquete grande se lo dio la Musto a otra empresa. La Musto fue una suerte de intermediaria, que se llenó de dinero sin hacer nada: recibió del gobierno la adjudicación y se la dio a un pez gordo. Por eso, claro, cobró millones y millones de dólares.

¿Por qué el negocio no lo hizo directamente Catamarca? Al fin y al cabo, una empresa de afuera se hizo millonaria vendiendo riquezas catamarqueñas a otra empresa de afuera. Hicimos el peor negocio del mundo. Treinta años después, pasó lo mismo.

El segundo tropiezo, o la segunda entregada. Ahora no con oro, sino con litio. Porque Catamarca, dueña del mineral y la riqueza, le adjudicó un yacimiento a Liex, y ¿qué hizo Liex? Vendió el paquete a los chinos por ¡770 millones de dólares! Van a decir que no es venta, que es una sociedad nueva, etc… pero no somos tan tontos como nuestra cara indica.

Se hizo la misma jugada, de darle los derechos a un perejil para que los venda. Entonces canadienses, ingleses, o vaya a saber qué, se hacen multimillonarios vendiéndole a los chinos nuestra riqueza. ¿Y por qué el negocio de los 770 millones de dólares no lo hizo Catamarca? ¿Por qué no le adjudicó el yacimiento Tres Quebradas a CAMYEN por ejemplo, que es la minera estatal, y el super negocio lo hacía el Estado? Huele a una entregada fabulosa.

Entregada de funcionarios que son cómplices del saqueo de nuestras riquezas y abren la tranquera para que pasen los extranjeros y se lleven todo. Somos los hijos de la pavota… o tenemos gobernantes que hacen cualquier cosa menos cuidar los intereses catamarqueños.

El catucho

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