Yo te compro, yo te vendo, vamo y vamo… plata fácil, ganancia sin riesgo, moneda corriente en el Estado, donde abundan los funcionarios pícaros y ambiciosos, dispuestos a usar los resortes que tienen a mano para asegurarse una buena diferencia económica. Estos personajes nunca actúan solos, y cuentan con amigos siempre listos para prenderse en la joda a cambio de una porción de la torta.
Nada nuevo bajo el sol. Así se hicieron ricos miles y miles. Y dejan siempre la misma duda, si los de arriba participan del juego o si hacen la vista gorda. ¿Corruptos o ineptos? Vaya a saber. Todos los que rondan cerca de autoridades conocen historias de esta clase de negocios, que son cosa de todos los días en Catamarca. El problema es que andan muy desbocados, y ahora que saltó uno a la luz, varios ponen la barba en remojo.
La olla la destapó el diputado radical Tiago Puente con una denuncia penal por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública, y el legislador presentó pruebas tan fuertes de las conexiones familiares que el Gobierno no pudo desmentir nada. Una vergüenza-
Los caídos en desgracias fueron el director de Dipromesi, Caleb Camji, y Ana Gabriela Rizo, quien se desempeñaba como secretaria de Administración de Salud y, a la vez, es pareja de Camji. Están sospechados de favorecer a la empresa proveedora M&C Insumos, cuya titular es Miryam Carrizo, madre de Camji, mediante contrataciones directas. Un curro familiar de los tantos que dan vueltas en el Estado. Y nada de sacar un pasaje o una avidada de esas, acá se habla de operaciones por más de 55 millones de pesos. ¿Mucho, no? ¿Nadie se dio cuenta? Bueno, TIago Puente sí.
En Salud están todos alterados, porque se les sacudió el avispero, y muchos se preguntan si las cabezas que rodaron eran los verdaderos cerebros del negociado o si cumplían órdenes para la corona.
Asustado, el gobierno hace lo de siempre, promete investigar (un poco tarde muchachos) y las picadoras de papel están a full, no sólo en Salud sino en otros ministerios, porque parece que el destape de ollas recién empieza.
La verdad, ¿alguien está sorprendido? Parece que no. Hay tanto funcionario que tendría que juntar 20 años de sueldos para comprarse la camioneta que tiene, para vacacionar en Europa, para comprar casas y departamentos por todos lados. Se creen que nadie se da cuenta, se creen que se las saben todas, pero ahora recibieron un aviso que los pone en alerta.
Y tienen miedo porque es un año electoral, y si la campaña opositora se basa en revelar todo lo que pasa, levantar la imagen para el gobierno va a ser como remontar un barrilete de cemento.
En fin chicos, algo estarán haciendo mal. Todos la quieren levantar con pala y se creyeron impunes, pero parece que alguien los observa y tomó nota. Ahora, a responder.
Lo último. ¿No es curioso que este caso de corrupción lo haya destapado la oposición y que el Tribunal de Cuentas no se haya enterado nunca de lo que se hacía con las compras?
No, no es curioso. Ya sabemos cómo viene la mano.