Santa Fe, la manito de Alberto y la pifiada de Raúl

Mientras todos hablan de la batalla interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta con sus candidatos, la otra cara de la moneda dice que en las PASO de Santa Fe el peronismo apenas sacó un 25 por ciento de los votos, un desastre electoral peor que el de San Juan, Jujuy, Mendoza, etc.

El peronismo que es oficialismo en Santa Fe, que tiene un gobernador peronista. El peronismo que puso un santafesino como compañero de fórmula de Sergio Massa en la boleta presidencial, el Chivo Agustín Rossi, de los pocos kirchneristas que fue ministro con Cristina y es ministro con Alberto.

Una debacle que se acentúa cada día y que confirma que la desastrosa gestión de Alberto Fernández está hundiendo el barco del PJ a profundidades desconocidas, porque no hay spot que pueda disimular la inflación y el fracaso de una gestión que ya se inscribe entre las peores de la historia del país.

Por eso es que tantos gobernadores decidieron cuidar su quintita y llamaron a elecciones en fechas distintas a Casa Rosada. Por eso es que Raúl Jalil, eterno sumiso de Casa Rosada, la pifió de acá a la China de Zijing cuando le dijeron que se vote en octubre y aceptó.

Catamarca podría tener resuelto el tema desde marzo, pero no lo hizo, y ahora está entre la espada y la pared, con un electorado que se viene rebelando en todos los distritos y le dice basta a una etapa de decepción y hambre.

La única verdad es la realidad, dicen que decía Perón, y la realidad es que en una provincia con tres millones de votantes, el peronismo quedó 40 puntos abajo y que hizo tan mal las cosas que todo se encamina a poner en Santa Fe un gobernador radical después de ¡60 años!

El Gobierno nacional hace agua por todos lados, y no es sorpresa que lo esté pagando en las urnas. Casi que se lo buscó, porque hicieron todo lo posible para llegar a este momento.

Porque armaron un Senado de inútiles obsecuentes que tenían como única misión proteger a la ya condenada por corrupción Cristina Kirchner, porque Cristina a su vez se dedicó a hacer campaña durante años contra Alberto, porque Alberto demostró que es más flojo que De la Rúa, porque llegaba el final del plazo para poner un candidato a presidente y no sabían a quién meter, y terminaron metiendo al ministro de Economía, el mismo ministro que tiene más de 100 por ciento de inflación en su gestión de “salvador”; el mismo ministro que decía que iba a meter presos a los kirchneristas.

Lo que está pasando es todo mérito del peronismo, que ahora, demasiado tarde, se lamenta por no haber visto lo que todos veíamos.

A no sorprenderse ahora. A no sorprenderse después cuando se repase todo lo que se hizo y se hace mal por estos pagos, donde hay razones de sobra para otro batacazo que ponga fin a la soberbia de quienes se creen dueños de todo.

La gente está cansada. ¿De verdad no se dan cuenta?

La visión del catucho 

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