La Madrileña, Psicóloga y escritora de tiempo parcial, cuyo seudónimo es Mar Solana, escribió hace varios años, entre otros cuentos, el “REY SOBERBIO”.
El cuento describe la vida de un Rey tan soberbio, como de tan absurdas pretensiones y escenas. Un rey que tiene un PRIMER AYUDANTE DE CAMARA ( lo que hoy sería un asesor ,si vale el parangón con los esbirros que secundan a los intendentes); que después de escuchar sus ideas, y a cambio de unas monedas más, hasta hacía de bufón.
Un rey inestable, un rey que nunca estaba contento, que muy a menudo necesitaba cambiar a las personas y las cosas de lugar . Un rey que se aburría si no estaba ocupado en menesteres que alimentaban su ego y su “poder personal”.
A primera vista la excelsa autora, hace un relato de un “modelo perfecto” de rey de tiempos medievales. Pero la superestructura narrativa propuesta, contextualizada en estos últimos tiempos de Catamarca inevitablemente se ajustan a la vida misma de algunos departamentos y sus intendentes.
Ni en tiempos de pandemia hay sosiego. Es más, muchos lo ven como la excusa perfecta para profundizar la necesidad insaciable de autoritarismo y absolutismo y el manejo discrecional de los fondos públicos.
Lo más llamativo son las formas. Las muestras de esto están diseminadas desde el valle central hacia el Este provincial. Difieren en la forma, aunque el objetivo en el fondo es el mismo. “Mostrar y adquirir más poder” aun del que les confieren sus cartas orgánicas o sus respectivos Concejos Deliberantes; e incluso desafiar a la Constitución provincial y nacional, a los plexos normativos penales y civiles; violando el Estado de Derecho de una ciudadanía que está pendiente de dos cosas : Cuidarse del virus letal que acecha sin tregua el mundo, y además ver como soluciona sus problemas cotidianos en la mesa familiar. La preocupación de la sociedad en sus angustias no da tregua, y no deja margen para ocuparse de buscar inmunidad para la toxina de la soberbia y el autoritarismo que, entre intendentes, por ejemplo, los del Este provincial, es aún más contagiosa que el propio COVID 19.
La situación inicial del cuento del REY SOBERBIO está hecho a la medida de Elpidio Guaraz , Pio Carletta o de Luis Polti . El primero, Intendente de Bañado de Ovanta, decidió bloquear toda ruta y hasta impedir el acceso de proveedores de alimentos al pueblo del cual pareciera que se autoerige como rey, y que en la reciente elección retuvo la intendencia de forma vidriosa con denuncias de fraude por parte de la oposición. Inclusive fue más allá. Hace unos días desoyó nuevamente la voz de la justicia, después de la denuncia de la fiscalía de estado por intimidación pública y no se presentó a declarar. La impunidad y el despotismo para él son una forma de vida, de la cual a esta altura el mismo hace gala, mientras la sociedad por la que debe cuidar ve con pavura como es capaz de impedir la llegada de algo tan sensible como la provisión de alimentos, con tal de que el rey sacie su hambre opresora de absolutismo para calmar su ego, con excusas tan infantiles como repletas de ignorancia.
El caso de Luis “lula” Polti es tan simbólico como el de Guaraz. Se encuadran en la introducción de la crónica narrativa que plantea la autora antes citada de “Rey Soberbio”. La diferencia está en la antigüedad de la exposición mediática. Son cortados con la misma tijera absolutista del peronismo autoritario, de los dirigentes políticos sin formación educativa terminada, sin modales, sin vergüenza , sin tacto ni cintura política. Sobresalen de otros intendentes , por las formas toscas, brutas y torpes de manejarse. Los otros, muchos de ellos zafan, porque son más sutiles e instruidos a la hora de actuar, sino miren el caso en estas últimas horas de Susana Zenteno en Valle Viejo que sutilmente VA POR TODO, y en lo que va de gestión no publicó un boletín oficial.
Pero volviendo a los patrones del Este de Catamarca, no podemos excluir al “ BARÓN CARLETA” de ICAÑO. Tienen todas las mañas de los Barones del conurbano bonaerense. Aires de dictadores, fascistas, opresores. La impunidad es su refugio natural, y la billetera estatal el medio para callar voces opositoras. Como dijo el extrovertido Diputado Nacional por la Provincia de Córdoba, Luis Juez, esta semana en una entrevista radial en Catamarca, “el peronismo arregla todo a billetazos”. Van mutando políticamente, se reinventan: fueron a nivel nacional menemistas, duhaldistas , kirchneristas y en la provincia pasaron de Ramón Saadi, a Raúl Jalil haciendo escalas en el corpaccismo y sublevándose en la renovación peronista cuando no eran atendidos en calle Sarmiento. Evolucionan en el acomodo, cómo evolucionan en el autoritarismo.
El Caso de Luis “lula” POLTI, ya es cosa seria. Hace una semana le mostraba al país su “testiculina tirana” ninguneando a una enfermera que sobrevive al mísero sueldo municipal y también a la posibilidad de contagiarse el COVID- 19 en la ruta nacional N° 157, una trabajadora de la salud cuyo pecado fue reclamar insumos para todos los que dependen del municipio y están peleando sin armas (barbijos, alcohol en gel, etc ) mientras están al frente de lucha contra la pandemia . Luis Polti, este pasado viernes presuntamente se habría tomado una licencia, por lo que a cargo del municipio habría quedado Zuny Morales concejal afín al Intendente. Y el sábado por la tarde se conocía en los medios de prensa que era detenido en una comisaría de Icaño porque se encontraba pescando en el Dique de Motegasta junto a otros funcionarios en plena cuarentena. Lo acompañaban el Director de Obras públicas y el Secretario de Obras y Servicios Públicos. Todos los detenidos fueron notificados por la fiscalía departamental sobre la imputación por la violación del decreto presidencial de “aislamiento social y preventivo”. Otro antojo del soberano, desbaratado por la “injusta” aparición de la justicia.
Pero a esta altura POLTI tiene actitudes que hacen plantear el beneficio de la duda sobre la inimputabilidad de sus actos. ¿“EL PODER” y su nuevo rol en la Municipalidad lo han consumido y lo han transformado o realmente lo muestran cómo siempre fue?
Dónde quedó el Lula vecino y andariego. El de aquel modesto lavadero en calle Rivadavia, que le sacaba lustre a las llantas hasta de las bicicletas. Algunos aseguran que Lula cambió cuando entró a la función pública cuando gobernaba la Intendencia su hermano Daniel Polti ( condenado en 2013 por la justicia por practicar un aborto, que terminó en la muerte de una joven de 22 años). Dicen que ahí se especializó en el tema del “lavadero”. Pero eso ya es historia, hoy goza las mieles del poder, el de ser intendente y comportarse como todo un “Rey Soberbio”, como el del cuento. Hasta un costosísimo caballo de carreras se hizo traer de San Juan hace un par de meses, porque los reyes, por más soberbios que sean, algunas distracciones tienen que tener. Un caballo dispendioso o una moto de más de 30 mil dólares para pasearse por uno de los municipios más postergados de la provincia, pueden ser distracciones interesantes. Como ir a pescar violando normas y dejando el pueblo a la buena de Dios. Este es Luis “lula” Polti , el que puede lograr que una concejal opositora como lo es la Doctora (médica) Marcela Contreras de Cambiemos y también integrante del Comité de Emergencia , no diga ni una palabra del atropello hacia una enfermera que comparte la lucha contra la pandemia. O la misma profesora Paloma Herrera (Pte del Concejo Deliberante), aliada del Intendente que basó su campaña como defensora del género y ni siquiera deslizó un comentario en las redes sociales sobre el trato de POLTI que fue denunciado por la enfermera por violencia de género.
El cuento el “Rey soberbio” de Mar Solana termina de una forma diferente al que podríamos esperar que termine el que tiene de protagonista a Luis Polti. Básicamente porque aquel Rey se transforma en un “HUMILDE” ciudadano que “TRABAJA”.