La Policía rusa ha llevado a cabo una serie de allanamientos en clubes nocturnos y saunas frecuentados por la comunidad LGBTIQ+, respondiendo aparentemente a la reciente decisión de la Corte Suprema de considerar al movimiento como “extremista”. Estos operativos, coordinados de manera sorprendente, se realizaron apenas dos días después de la controvertida determinación judicial que prohíbe las actividades de este colectivo.
Según informes de medios locales como Ostorozhno Novosti y SOTA, agentes policiales irrumpieron en un club nocturno en la calle Malaya Yakimanka durante una celebración, interrumpiendo el evento y solicitando documentación a los presentes. Testigos relataron que se tomaron fotografías de los pasaportes de los asistentes. Además, se llevaron a cabo allanamientos en una sauna para hombres ubicada en el centro de la capital.
Estas acciones se suman a una serie de medidas cada vez más restrictivas impuestas por las autoridades rusas contra la comunidad LGBTIQ+. La reciente decisión de la Corte Suprema ha desencadenado una ola de represión, resultando en el anunciado cierre de reconocidos locales, como el Central Station en San Petersburgo, un ícono en la escena gay de la ciudad.
La prohibición, emitida por el juez Oleg Nefedov, calificó las actividades del movimiento internacional LGBTIQ+ como “extremistas”, abriendo la puerta a una represión más severa y acciones legales contra cualquier grupo que defienda los derechos de este colectivo en Rusia. Además de las restricciones a la propaganda, se vetó la representación de personas LGBTIQ+ en medios, internet, libros y películas.
Desde el conflicto con Ucrania en 2022, el Gobierno ruso ha intensificado las medidas restrictivas contra la comunidad, justificándolas como protección de los niños y una defensa ante lo que consideran una decadencia occidental.