Tras el reciente fallo que responsabiliza a Irán por los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, el Gobierno argentino ha tomado medidas para reforzar la seguridad en aeropuertos, sedes de embajadas e instituciones religiosas y culturales judías, ante posibles amenazas de nuevos ataques.
Según una fuente del Ministerio de Seguridad, estas medidas no responden a amenazas específicas, sino que se trata de un protocolo estándar de precaución. La decisión fue tomada en una reunión encabezada por la ministra Patricia Bullrich y el secretario Vicente Ventura Barreiro.
El fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, que atribuyó los atentados a la organización fundamentalista islámica Hezbollah, financiada por Irán, fue el catalizador de estas acciones. Se considera que áreas como aeropuertos, embajadas (especialmente la de Estados Unidos e Israel) e instituciones judías son potencialmente vulnerables.
El fallo judicial también estableció que los atentados deben ser considerados crímenes de lesa humanidad, lo que implica que las investigaciones permanezcan abiertas indefinidamente, incluso después de años sin avances judiciales.
Los jueces que dictaron la sentencia afirmaron que los atentados fueron planeados en Irán y llevados a cabo por Hezbollah, considerándola un brazo armado de acciones terroristas.
La AMIA, a través de sus redes sociales, recibió de manera favorable el fallo, afirmando que confirma lo que la justicia argentina sostiene desde hace décadas: que los atentados fueron resultado de una decisión política de Irán, ejecutada por Hezbollah.
El refuerzo de seguridad busca garantizar la protección de la comunidad judía y otras posibles víctimas de futuros ataques terroristas, mientras el Gobierno argentino continúa investigando y adoptando medidas para prevenir y responder a tales amenazas.