Redes de una tragedia: las publicaciones previas de la madre que asesinó a su familia

La brutal escena descubierta en el sexto piso de un edificio en la calle Aguirre al 200, en Villa Crespo, dejó sin aliento a la ciudad. Laura Leguizamón, de 50 años, fue señalada como autora del asesinato de su marido Adrián Seltzer (53) y sus dos hijos, Ian (15) e Ivo (12), antes de quitarse la vida. La investigación, encabezada por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°5, reconstruye no solo el crimen, sino también el deterioro psicológico que habría sufrido la mujer en las semanas previas.

La violencia del hecho fue desgarradora: los niños presentaban múltiples heridas de arma blanca, mientras que el cuerpo del padre no evidenciaba signos de defensa, lo que sugiere que fue atacado mientras dormía. Pero más allá del horror, las redes sociales de Leguizamón revelan otra dimensión: la de una mujer que buscaba mostrar una vida activa, feliz y dedicada a su familia.

Su última publicación en Instagram fue el 1 de marzo, tras una escapada a Mar del Plata con sus hijos. En ese posteo, describió el viaje con frases entrecortadas, sin signos de puntuación y cargadas de emojis: “Un Mar del exprés. Se activó. Se canceló. Se cambió, se hizo lo que se pudo…”. Mencionó el parque acuático Aquopolis, el inicio del ciclo lectivo y una promesa cumplida a sus hijos. La imagen: los niños bajando por un tobogán de agua.

Unos días antes, el 27 de febrero, había escrito: “366 días al año con los chicos. 50 años. Y entera. Con sueño hace 15 años. Pero acá estoy…”. Testimonios posteriores de su hermana y su empleada doméstica confirmaron que Laura atravesaba un tratamiento psiquiátrico y que, en las últimas semanas, “ya no era la misma”.

En sus redes, Laura alternaba momentos familiares, vacaciones y salidas culturales —como un show de Moria Casán o el concierto de Sting— con publicaciones que dejaban ver preocupaciones sociales: homicidios, inseguridad y causas judiciales como la de Nisman. En un extenso posteo sobre un viaje a Uruguay con su esposo e hijos, expresó satisfacción y orgullo por haber cumplido un “objetivo familiar”.

Sin embargo, la pausa en sus publicaciones y el tono errático de sus últimos mensajes ahora adquieren otra lectura: la de una mujer al borde del colapso. Lo que sus seguidores vieron como una vida intensa, llena de movimiento y momentos felices, fue en realidad el telón de fondo de una crisis silenciosa que terminó en una de las tragedias más conmocionantes del año.