Después de lo que pareció un largo duelo por haber perdido la interna de las PASO y el control de la UCR local, reapareció en público Oscar Castillo, fiel a su estilo, bien lejos de Catamarca.
Al senador nacional que se está despidiendo del cargo después de 18 años, se lo vio en el palco montado en Dolores, donde el expresidente Mauricio Macri fue a declarar por una causa de espionaje relacionada con la tragedia del submarino ARA San Juan.
Muy rara la decisión de Castillo, porque al mismo tiempo el radicalismo en pleno festejaba en cancha de Ferro el aniversario del triunfo de Raúl Alfonsín, y la mayoría de los correligionarios le dio la espalda a Macri.
Es que son pocos los radicales de peso contentos con Macri: ya lo acompañaron en 2015, ahora quieren pasar al frente y no ser damas de compañía del PRO.
Esa postura fue expresada por el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien cada vez oculta menos su aspiración de competir por la Presidencia en 2023. Morales, que en 2019 logró su reelección y este año ganó las legislativas de Jujuy, es uno de los representantes del radicalismo que viene impulsando al resto de la dirigencia partidaria a disputar espacios dentro de JxC para redefinir los términos de la convivencia con el PRO.
El jujeño suena como posible candidato presidencial para dentro de dos años, aspiración en la que también están anotados otros radicales, como el neurocirujano Facundo Manes y el candidato a senador por Mendoza Alfredo Cornejo.
El propio Manes también había señalado lo mismo días atrás, cuando Macri se había negado a comparecer ante el juez de Dolores. “Me parece que se debería presentar como cualquiera de nosotros”, replicó el neurólogo en ese momento, y aclaró que pese a no ser abogado entendía que la disposición a prestar declaración tras un requerimiento judicial era una actitud que hace a la “ejemplaridad”.
La postergada indagatoria a Macri en Dolores del último jueves coincidió con la convocatoria realizada por el radicalismo en homenaje a los 38 años del triunfo de Raúl Alfonsín, del 30 de octubre de 1983, actividad realizada en el microestadio del club Ferro bajo un eslogan que adjudicaba a la UCR haber “vuelto a la cancha” de la puja por el poder.
En términos prácticos, el acto en el tradicional club del barrio porteño de Caballito se convirtió en una demostración de fuerza rumbo a 2023: fue un mensaje al PRO para decirles que disputarán con varios candidatos propios la candidatura presidencial de JxC, explicaron fuentes del radicalismo.
Según esas voces del partido, el millón y medio de votos que obtuvo Manes en la provincia de Buenos Aires, con los que colaboró con el triunfo de la lista de Juntos en las PASO, envalentonó al radicalismo, que también festejó en los últimos tiempos el holgado triunfo del correligionario Gustavo Valdés en Corrientes, donde logró ser reelecto como Gobernador.
Parece que Oscar no sólo perdió el olfato en Catamarca, sino también allá donde se cuecen las habas… ¿o nos sorprenderá a todos otra vez?