El barril de crudo estadounidense WTI llegó a cotizar este lunes por debajo de cero, una situación sin precedentes. Las razones de este declive.
El precio internacional del petróleo no solo cayó un 66% en el primer trimestre del año. En abril siguió en baja y el barril de crudo estadounidense WTI llegó a cotizar este lunes por debajo de cero, una situación sin precedentes.
Un “precio negativo” significa que quien produce o tiene un bien le paga a otro para que se lo lleve. En economía, es un concepto que normalmente se asocia a la disposición y almacenamiento de desechos nucleares o de basura.
Esto se debe a que la capacidad de almacenamiento de petróleo está muy cerca de sus límites y podría ser sobrepasada en poco tiempo de persistir la actual situación, en la que se conjugan varios factores:
– La crisis mundial por la pandemia de coronavirus, que paralizó enormes franjas de actividad de la economía mundial.
– El fin de un acuerdo de tres años sobre cuotas de producción que habían acordado, hasta el 31 de marzo, los países productores de petróleo miembros y no miembros de la OPEP. Ese acuerdo ya se sabía muerto desde principios de enero, cuando fracasó un intento para renovarlo por diferencias entre Arabia (el principal productor de la OPEP) y Rusia (el segundo principal productor no miembro de la OPEP; el primero es EEUU, que es de todos modos un importador neto del hidrocarburo).
– La tendencia de los países productores, en particular Arabia, a compensar la caída de los precios con aumentos de la producción y la exportación, lo que a su vez tiende a agudizar el problema.
Con la actividad económica virtualmente paralizada y los precios por el piso, las refinerías están perdiendo dinero y cada vez tienen menos lugar para almacenar su producción, y cuando las refinerías cierran, los productores ya no tienen donde enviar su producción, porque en definitiva las refinerías son también parte de una cadena logística.
Esto significa, dijo a la cadena CNBC, Bjarne Schieldrop, analista de commodities de SEB, que –en especial para los productores en áreas no costeras- “el precio local de su producción será cero o incluso negativo, porque si tienen mucho petróleo tendrán que pagarle a alguien que se lleve la producción hasta que logren sellar sus pozos”.
Este miércoles, el precio del crudo Brent (una variedad de petróleo del Mar del Norte) era de USD 25,33 el barril y el del WTI (West Texas Intermediate) de USD 20,54 el barril. Ambas variedades tuvieron su peor trimestre histórico. El Brent cayó más de 65% y el WTI más de 66%.
Producción terrestre vs. producción marina
También analistas de Goldman Sachs señalaron que el shock por la pandemia “es extremadamente negativo para los precios petroleros y está llevando los precios de zonas no costeras o alejadas de los puertos de salida a territorio negativo”.
Según el banco, el mundo tiene hoy una capacidad de almacenamiento adicional de 1.000 millones de barriles, aunque buena parte de esa capacidad nunca será usada pues el actual shock también está rompiendo las redes de transporte.
“Dado el costo de sellar un pozo, un productor estará dispuesto a pagarle a alguien que disponga del barril, lo que implica un precio negativo en áreas sin salida al mar”, dice un análisis de Goldman publicado esta semana.
Eso afectará más al precio del crudo WTI (cuya área de producción es Texas, EEUU, con yacimientos a hasta 800 kilómetros de los centros de almacenamiento) que al del Brent, que podría llegar a sostener un precio de USD 20 el barril, cercano a su costo de producción.
De hecho, en el sector petrolero reconocen que es “virtualmente imposible” encontrar tanques de almacenamiento disponible en áreas terrestres y que la capacidad de almacenamiento llegará al límite a mediados de año
En el mismo sentido, un análisis del Eurasia Group, una de las más prestigiosas consultoras de economía y geopolítica internacionales señaló que “con la demanda colapsando y la oferta en aumento luego de que la OPEP y Rusia no pudieron alcanzar un acuerdo para recortar la producción, los inventarios globales llegarán a un máximo en semanas”.
Puertos y refinerías ya están rechazando el acceso a buques-tanque petroleros, lo que pondrá más presión, dice el paper del Eurasia Group.
Para peor, la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia mantendría elevada la producción hasta fines de año.
Pronósticos
La AIE proyecta una pérdida de la demanda de petróleo en el trimestre actual que equivale al consumo total de EE.UU. y Canadá, o aproximadamente 23 millones de barriles por día.
Aun sin ser tan pesimismtas, la Administración de Información de Energía y la OPEP ven por su parte una caída mayor que todo el petróleo utilizado en Francia, Alemania, Italia, España, el Reino Unido y Japón.
Las tres agencias esperan que las cosas mejoren, o al menos no sean tan malas, en la segunda mitad del año, siendo la Administración de Información de Energía de EEUU notablemente la más optimista. Ese optimismo reflejaría las perspectivas de la administración Trump que parece decidida a suavizar el cierre a sus ciudadanos cuanto antes.
Esos datos optimistas se reflejan en la cotización de los futuros del barril de noviembre, cuyo precio es casi el triple que el actual, según muestra un análisis publicado este lunes en el Wall Street Journal. La apuesta es que la pandemia de coronavirus siga su curso y más adelante este año la demanda de petróleo, y por lo tanto su precio, se disparará.
Monedas emergentes
Cuando el petróleo crudo cae tanto y tan rápido, generalmente anuncia un repunte en las monedas de mercados emergentes.
El índice de divisas de mercados emergentes MSCI, que se recuperó de la peor venta masiva trimestral en 11 años, subió a un máximo récord frente al contrato de West Texas Intermediate. En el pasado, cada vez que la proporción ha registrado un aumento similar, las monedas registraron ganancias en los siguientes 12 meses.