A Juana Fernández le mostraron unos registros donde se mencionaban las variantes Mu y Delta en Catamarca, y pidió al gobierno que no oculte información.
Al rato el gobierno reconoció que había detectado la variante Mu, pero de la Delta no, y armó un escandalete con amenazas de acciones legales incluidas.
Que Juana presente pruebas, que causó pánico en la comunidad, que cadena perpetua y latigazos en la espalda. De todo pidieron. Y el que salió a responder fue el futuro diputado nacional Francisco Monti, que pegó una patada voladora al mejor estilo Bruce Lee, cortito y certero.
“El Gobierno se propone ahora iniciar una acción judicial por una información tras una declaración de una diputada de la provincia de la UCR, que aproveche la volteada de ir a la Justicia para ratificar el pedido de Juntos por el Cambio y que muestren el listado de vacunados VIP”. Ufa… chupate esa mandarina. Y no está mal el pedido.
Pasaron meses y meses y nunca se brindó esa información. Ahora casi no importa, ya todo el mundo está vacunado con una y dos dosis, pero el gobierno nunca fue transparente con este tema, y siempre quedará la sospecha (casi certeza) de que hubo acomodos y privilegios a la hora de repartir las primeras dosis. Varios “beneficiados” lo aceptaron y hasta lo mostraron en sus redes sociales.
Y ahora a no ofenderse, después de todo, si nos olvidamos que una es ministra y el otro diputado, se puede decir que es un cruce entre dos candidatos en plena campaña. Porque Monti es candidato, sí, pero Claudia Palladino también. Que se hagan cargo.
Esas cosas se evitaban presentando la renuncia como correspondía al asumir una candidatura, por una cuestión ética, que no la decimos nosotros, lo dijo el presidente Albero Fernández (¿sigue siendo presidente o ahora gobierna Juan Manzur?).
Es lo que pasa cuando se mezcla gestión y campaña, una ensalada, un tutti frutti de declaraciones que pierden seriedad. Pero la invitación está: ¿por qué no muestran la lista de vacunados VIP?