Se confirmó esta madrugada la triste noticia del fallecimiento de Mónica Rojas, hija de quien fuera secretario general de UTHGRA y ministro de Desarrollo Social de Catamarca.
Mónica se fue con dolor y sin respuestas, luego de transitar una pesadilla desde diciembre del año pasado junto a sus hermanos, familiares y amigos.
Mónica recibió el golpe de la noticia de la muerte se su querido padre. Recibió después el golpe de que a punto de empezar el velorio se dijera que no había muerto por causas naturales como informó el fiscal Laureano Palacios desde el primer momento.
Recibió el golpe de saber que su padre había sido brutalmente torturado y asesinado.
Recibió el golpe de la indiferencia de la justicia y el gobierno ante el crimen.
Recibió el golpe de tener que llamar a una conferencia de prensa para mostrar las fotos del cuerpo maltratado y mutilado de su padre, para que se hiciera pública la mentira y el ocultamiento.
Recibió el golpe de la absolución y restitución a su cargo del fiscal que había dicho que era una muerte natural.
Recibió el golpe de marchar en silencio por las calles pidiendo ayuda, pidiendo justicia, en manifestaciones en las que terminaba quebrada en llanto, sentada con su angustia en las escalinatas de la Catedral.
Mónica recibió demasiados golpes y ninguna respuesta. Por el crimen de su padre no hay detenidos, no hay nada.
Los “amigos” y compañeros de su padre están ocupados viendo qué cargo agarran en las próximas elecciones.
Ella estará junto a “Rojitas” ahora. Su padre no merecía tanto sufrimiento. Ella tampoco. Que en paz descanse.
La visión del catucho