El Gobierno argentino observa con expectativa y algo de escepticismo los recientes acontecimientos. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado un nuevo contexto internacional que podría impactar en la economía argentina, especialmente en su relación con China y el FMI.
Fuentes cercanas al reciente encuentro entre Trump y el presidente electo de Argentina, Javier Milei, en Mar-a-Lago describen un vínculo “fluido” entre ambos. Trump mostró respaldo hacia Milei, lo que ha generado optimismo en el equipo económico argentino, especialmente en relación a un posible apoyo de Estados Unidos en el FMI, necesario para habilitar nuevos desembolsos y estabilizar el riesgo país.
El ministro Luis Caputo observa en esta situación una oportunidad: la mejora en la cotización de bonos argentinos y la baja del riesgo país han alimentado la expectativa de reducir el indicador a 600 puntos, nivel necesario para renegociar la deuda próxima a vencer.
Optimismo en el “trade trumpista”
La expectativa de apoyo estadounidense se extiende a las agencias calificadoras. En el Ministerio de Hacienda se especula que, si los vencimientos próximos logran refinanciarse sin mayores inconvenientes, se podrían habilitar ciertas flexibilizaciones en el cepo cambiario. Esto generaría el ambiente para que las calificadoras de riesgo revisen al alza la nota de Argentina, impulsando aún más la baja del riesgo país.
Este clima de optimismo fue visible la semana pasada, cuando Fitch Ratings elevó la calificación de la deuda argentina a largo plazo de CC a CCC, en contraste con Moody’s, que mantuvo su evaluación de “CA”. La pregunta que muchos se hacen es si el respaldo de Trump podría inclinar la balanza.
Tensiones con el “efecto Trump” en el Tesoro de EE.UU.
A pesar del optimismo, la administración argentina es consciente de los desafíos que acompañan la llegada de Trump. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha manifestado preocupación por el posible aumento de aranceles impulsado por Trump, una medida que podría ir en contra de las políticas antiinflacionarias de la Reserva Federal.
En este contexto, las señales de la Reserva Federal y su presidente, Jerome Powell, han sido claras: no se prevé una reducción de tasas en el corto plazo, y las políticas de crecimiento económico de Trump podrían presionar aún más el déficit fiscal. Un reciente informe de la consultora Antuara destaca que los inversores están cautelosos ante las políticas pro-crecimiento de Trump.
La reunión con Xi Jinping y el futuro del swap con China
Javier Milei se reunirá por primera vez con Xi Jinping en la Cumbre del G20 en Río de Janeiro. Aunque Argentina mantiene una importante relación comercial con China, el Gobierno está considerando posibles alternativas si se llega a un acuerdo con Estados Unidos que permita reducir la dependencia de China en las reservas del BCRA.
Fuentes en Hacienda señalan que el gobierno de Milei evalúa reemplazar el swap de China por capital estadounidense, algo que requeriría el apoyo de Trump en el FMI y la confianza del directorio, donde Japón y Alemania son actores clave. La reciente renovación del swap con China hasta 2024 establece que Argentina deberá devolver 5.000 millones de dólares en 2026, un compromiso que presiona al nuevo gobierno.
Si Argentina logra el apoyo de Estados Unidos, el directorio del FMI podría alinearse en favor de esta estrategia. Sin embargo, queda el desafío de convencer al staff técnico del FMI, que ha expresado previamente que “Argentina es un problema de Estados Unidos” a ojos de Japón y Alemania.
¿El principio de un cambio en la política exterior de Argentina?
La reunión con Xi Jinping en Río marcará un momento crucial en la política exterior de Argentina, ya que Milei ha dado señales de un acercamiento a China pese a sus críticas previas. En el Palacio de Hacienda observan de cerca los pasos de Milei, con la esperanza de lograr el respaldo necesario de Estados Unidos sin sacrificar los beneficios económicos de la relación con China.