Milei le tiró un salvavidas a Cristina

La política argentina no deja de sorprender. Hace casi 20 años que todo el arco antiperonista sueña con sacar al kirchnerismo de la cancha, y ahora por fin estaba todo servido en bandeja para hacerlo.

Mauricio Macri aceleró el proyecto de ley de “Ficha Limpia” que definitivamente le iba a prohibir a Cristina Fernández de Kirchner ser candidata, porque ya tiene sobre sus espaldas la condena de corrupción por la causa Vialidad.

Un 2025 y un 2027 sin Cristina, para colmo erigida como presidenta del Partido Justicialista, parecía un sueño para muchos.

Pero alguien apareció de la nada para salvarla. ¿Quién fue? Sí, Javier Gerardo Milei. El mismo que poco antes había dicho que su sueño era “poner el último clavo en el cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”.

Ahora pudo hacerlo, y no lo hizo. Al revés: la salvó. Ordenó a varios de sus diputados que no bajaran al recinto de la Cámara de Diputados de la Nación para que no se pudiera votar. Ahora ya terminan las sesiones: ya fue. Cristina podrá ser candidata si quiere.

Dicen que Milei hizo este favor para que el kirchnerismo lo ayude a armar su Corte Suprema de Justicia. Días antes, Lucía Corpacci había dado una señal clara firmando el pliego de Ariel Lijo.

Pero parece que el tema va más a fondo. No es una negociación por los jueces, porque la justicia no es, por ahora, un problema central para los libertarios.

Milei sabe que si liquida a Cristina le hace un favor. La convierte en mártir, en perseguida, en víctima. Ahora la deja que juegue, porque le conviene. Cristina está en decadencia, no sólo a años luz de ganar una presidencia con más del 50 por ciento de los votos como hizo en la reelección de 2011 con todo el poder y el aparato. Hoy no convence ni a los peronistas.

Tiene sus fanáticos, pero la sociedad ya está harta de kirchnerismo, y la mayoría del peronismo también.

Milei sabe que con Cristina divide al peronismo, y sabe que si lo divide lo debilita, y sabe que si lo debilita le gana.

Milei se hace el loco, pero la tiene más clara que muchos. Aunque alguna gente no lo entienda. Por ejemplo Macri, que quería ver sangre.

Como hizo Perón alguna vez, entre la sangre y el tiempo, Milei eligió el tiempo.