En la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Javier Milei anunció que en los próximos días enviará para su debate un nuevo acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según el mandatario, este programa será clave para reforzar las reservas del Banco Central y avanzar en el desmantelamiento del cepo cambiario durante este año.
Milei aseguró que el acuerdo financiero no representará un incremento en la deuda neta del país, ya que los fondos obtenidos se destinarán a cancelar pasivos del Tesoro con el Banco Central. “Dada la importancia estratégica de este acuerdo para Argentina, quiero anunciar que en los próximos días le pediré al Congreso que respalde al Gobierno en este nuevo pacto con el FMI”, expresó.
El jefe de Estado argumentó que este entendimiento brindará herramientas para lograr un esquema cambiario más flexible, incentivar inversiones y reducir la inflación. “Esto se traducirá en mayor crecimiento, mejores salarios y una menor cantidad de pobres e indigentes”, afirmó.
La negociación con el FMI parece estar en su tramo final, según estimaciones de analistas y bancos internacionales. El equipo económico, liderado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, ha intensificado reuniones con referentes del organismo y actores clave del sistema financiero global.
En los últimos días, Milei se reunió con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, mientras que Caputo mantuvo encuentros con el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y con representantes de Alemania, España y los Países Bajos, entre otros países con peso en el directorio del organismo.
El respaldo de Washington será determinante para destrabar el acuerdo, pero el Gobierno también necesita el apoyo de otras naciones en el directorio del FMI. Entre los puntos centrales de la negociación se encuentran el monto final del préstamo —Milei mencionó USD 11.000 millones— y la secuencia de desembolsos.
Otro tema clave es el esquema cambiario. El FMI ha expresado su preocupación por el nivel de atraso del tipo de cambio oficial y el futuro del “dólar blend” para exportadores. También se discuten restricciones cambiarias vigentes, como la remisión de utilidades al exterior y el límite entre operaciones en el mercado oficial y los paralelos.