Luego de su reciente viaje a la Antártida en búsqueda de impulsar una nueva política ambiental, el presidente Javier Milei se pronunció sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la ley ómnibus, enfatizando que su partido “no negociará nada” y solo aceptará “sugerencias para mejorar”.
El mandatario comenzó señalando la dinámica inflacionaria de las primeras semanas de diciembre, situándola en un 45% mensual, y destacó que, al compararla con la actual de 30%, es un “numerazo”. Responsabilizó al arco político por el aumento de los precios y afirmó haber tomado medidas de ajuste ortodoxo para contrarrestar la situación.
Ante las propuestas de dividir los proyectos de ley en secciones, Milei fue categórico al afirmar que esto se debe a intentos de cohecho por parte de la oposición: “Es porque quieren coimear, por eso la quieren fraccionar”.
Enfocándose en la economía, el presidente resaltó el carácter pro mercado del DNU, al que llamó “decreto de liberación”, destacando la eliminación de prácticas políticas cuestionables. Criticó a aquellos que centran su atención en las formas en lugar de los resultados.
Al referirse a la resistencia y acusaciones de inconstitucionalidad recibidas por la implementación del decreto, Milei defendió su legalidad, argumentando que el uso de decretos está contemplado en la Constitución y ha sido empleado por diversos gobiernos. Asimismo, señaló la hipocresía de la casta política al criticar la inconstitucionalidad cuando, según él, ha sido un recurso común en la historia del país.
El presidente cerró su declaración lamentando las “estupideces” realizadas por el Congreso y destacando la importancia de las medidas implementadas a pesar de las críticas.