Massa apuesta a la unidad del peronismo, pero insiste en postergar las elecciones bonaerenses

En un contexto político cada vez más tenso, Sergio Massa enfrenta uno de los momentos más cruciales de su carrera. En las próximas dos semanas, se definirá el futuro electoral del peronismo, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde se concentran las elecciones más importantes del país. El ministro de Economía y líder del Frente Renovador mantiene su firme postura sobre las elecciones bonaerenses, insistiendo en que deben ser desdobladas y postergadas, algo que ha dejado claro en sus conversaciones con los dirigentes de su espacio.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se encuentra ante una encrucijada política que afecta tanto su estrategia electoral como su proyecto político. Mientras algunos sectores del kirchnerismo y la oposición presionan para que las elecciones se adelanten, Massa se mantiene firme en su convicción de que adelantar los comicios sería un “grave error”. Según él, de celebrarse antes de las elecciones nacionales, la provincia quedaría expuesta a una ofensiva opositora centrada en la inseguridad en el conurbano. Este desgaste, a su juicio, sería perjudicial para el futuro del peronismo.

Por su parte, en el ámbito del kicillofismo, la idea de desdoblar las elecciones es vista con cautela. Muchos lo consideran una oportunidad para despejar la gestión provincial de los debates nacionales y concentrar la campaña en los logros locales, además de permitirle al gobernador ganar terreno en su lucha por consolidar su liderazgo dentro del peronismo. Sin embargo, esta estrategia no está exenta de riesgos, y los tiempos de definición se están agotando rápidamente.

Massa, por su parte, sigue evaluando las mejores opciones para el armado electoral del Frente Renovador y el peronismo en general. En conversaciones con diversos dirigentes, reflexiona sobre cómo el desdoblamiento o la postergación de los comicios podría influir en la dinámica electoral. El líder del FR considera que si las elecciones se atrasan, el peronismo tendría más tiempo para recuperarse de los efectos negativos de la inflación y los salarios que no han logrado ganar frente a la crisis económica. Además, sería una oportunidad para observar cómo evoluciona la situación social antes de decidir la estrategia final.

Aunque el ex ministro de Economía se muestra como un conciliador dentro del peronismo, en privado mantiene una postura crítica hacia el adelantamiento de las elecciones. Sostiene que este escenario solo beneficiaría a los libertarios, especialmente a Javier Milei, y dejaría al peronismo en una posición de debilidad ante la opinión pública.

A pesar de que su perfil sigue siendo bajo, sin apariciones públicas ni entrevistas, Massa sigue con atención los movimientos dentro del peronismo y la disputa interna entre Kicillof y el kirchnerismo. Para él, el camino hacia un acuerdo de unidad será fundamental para asegurar la victoria en las elecciones. Sin embargo, en La Plata, Kicillof deberá tomar decisiones clave en los próximos días sobre el calendario electoral, la posibilidad de suspender las PASO y si finalmente se desdoblan o no los comicios.

El futuro del peronismo en la provincia de Buenos Aires dependerá de estas definiciones y de la habilidad de sus líderes para negociar y encontrar un consenso en medio de las tensiones internas.