“La masacre de Bucha fue deliberada. Los rusos pretenden eliminar a todos los ucranianos que puedan. Debemos detenerlos y echarlos”, escribió el canciller ucraniano Dmytro Kuleba en un mensaje escalofriante en el que compartió imágenes de civiles ejecutados por las fuerzas de Putin.
El canciller exigió “nuevas sanciones devastadoras del G7″ como embargo de petróleo, gas y carbón, el cierre de todos los puertos a los barcos y mercancías rusas, y la desconexión todos los bancos rusos de SWIFT.
“Región de Kiev. El infierno del siglo XXI. Cuerpos de hombres y mujeres, que fueron asesinados con las manos atadas. Los peores crímenes del nazismo han vuelto a Europa”, denunció el asesor presidencial Mykhailo Podolyak. Y aseguró que la masacre “fue hecha a propósito por Rusia”.
Al igual que Kuleba, exigió un embargo a los recursos energéticos y el cierren de los puertos marítimos. “¡Detengan los asesinatos!”, imploró.
”Sólo se puede describir como un genocidio,” declaró el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó al tabloide alemán Bild y agregó que se trata de “crueles crímenes de guerra” de los que habrá de rendir cuentas el presidente ruso, Vladímir Putin. Klitschkó subrayó que los civiles sin vida hallados en las calles de Bucha tras la retirada de las tropas rusas “tenían las manos atadas a la espalda,” tal y como puede verse en las fotografías difundidas.
Rodeada por bosques de pino que se extienden hasta Bielorrusia, Bucha era un suburbio tranquilo de la capital ucraniana. Hasta la invasión rusa. Pese a un mes de feroces combates en pueblos como Bucha y el vecino Irpin, las fuerzas rusas no lograron rodear Kiev, a 25 km. Pero la devastación total.
Las fuerzas ucranianas retomaron hace muy poco el control de Bucha y ayer comenzaron su primer envío de ayuda, así que los muertos podrían tardar todavía en ser enterrados. Los soldados entregaban alimentos y medicamentos a los sobrevivientes desesperados desde la parte trasera de un camión militar. Es la primera entrega en más de un mes, después de de que Ucrania anunciara el sábado que las fuerzas rusas realizaban un “retirada rápida” de Kiev.
“Están huyendo”, dijo Yurily Biriukov, miembro de un escuadrón ucraniano de defensa territorial, formado por voluntarios, que supervisa la operación de socorro. Los habitantes de Bucha “siguen muy asustados, conmocionados”, agregó. “La gente ni se imagina las condiciones en que vivieron este mes, con artillería, sin alimentos ni agua, sin posibilidades de salir”, indicó.