Cuando alguien se queja de los sueldazos de los diputados y lo poco que trabajan, siempre alguno sale a defender y dice que en realidad hacen muchas cosas que no se ven, y que no trabajan solo en las sesiones. Nadie se cree mucho ese verso, de esta casta que tiene que juntarse una vez por semana de mayo a diciembre y que no rinde cuentas a nadie, que pueden ir o no ir, y tienen su oficinita piola con aire acondicionado, empleados, choferes, cafecito, teléfonos y todo un lujo.
La pasan bomba todo el año, levantan millones por mes, viajan donde quieren. Una vida soñada, y si están en campaña ni se preocupan por sesionar y salen a hacer campaña, muchos con vales de nafta de la Cámara.
Los diputados de Catamarca, que no han solucionado un problema a la gente en toda la historia, están ahí rosqueando y gozando de sus privilegios, pero si alguien les dice que no trabajan se enojan.
Ahora se les complicó todo, porque el que los trató de vagos es… ¡otro diputado! Imposible desmentirlo.
En efecto, el peronista Juan Carlos Ledesma renunció al bloque oficialista del Frente de Todos y armó su propio bloque que lo tiene como único integrante, bloque al que baitizó “Vicente Saadi”. El legislador explicó que su renuncia fue por “la escasa labor legislativa en las comisiones”.
Parece que el periodista se cansó de presentar proyectos que son cajoneados porque nadie tiene ganas de tratarlos, así que se manda sólo para ver si puede poner un poco de movimiento en el asunto.
Ledesma dijo que le da vergüenza ajena la vagancia de la Cámara baja: “En las 13 comisiones permanentes hay proyectos muy importantes que tienen que ver con la resolución de problemas que la sociedad, o sea nuestros representados plantean y de más está decir que como diputados/as provinciales representamos al pueblo de Catamarca, pero, sin ánimo de equivocarme, da vergüenza ajena el poco apego al trabajo de las comisiones y del tratamiento de dichos proyectos para que sean debatidos”.
Rebelde por naturaleza, también había renunciado como Secretario del Interior de Raúl Jalil, antes de completar cuatro meses de gestión, y pegándole a Raúl al avisarle que “a mí no me va a comprar como está acostumbrado a hacer”.
Y la verdad que le sigue pegando, como que le salió al cruce por su romance con Javier Milei. ¿Una oveja negra en el oficialismo? ¿O las ovejas negras son los demás?
El catucho