Toma y daca. Así se está jugando en el peronismo después de las elecciones. Ya no hay campañas para forzar sonrisas ni razones para disimular, y las internas empiezan a florecer a la vista de todos.
¿Dónde se empieza a ver esto? En la Legislatura y el Ejecutivo. Senadores y Diputados cerraron sus cuentas con la larga lista de nombramientos que tenían lista para el 2022, el gobernador les bajó el pulgar. Golpe en la cara. ¿Ah si? No te apruebo el presupuesto. Favor devuelto.
Así están las cosas, y como tercero en discordia la Justicia, que viene preparando su contraataque, porque también le quieren recortar los números y nombramientos.
Claro, la pelea es por plata, ¿por qué va a ser? No hay diferencias sobre los criterios de decoración interior, el problema es siempre la cajita feliz, que el Ejecutivo quiere manejar a su criterio y convidar en cuentagotas. Los otros no, quiere su tajada de la torta y la quieren ahora.
El botín mayor son los nombramientos, porque con los nombramientos se hace política, se pagan favores, se crece, se forma la tropa propia.
El Ejecutivo propone otra cosa, que se intercambien figuritas: si la Justicia quiere meter cien personas, llévate cien de la Legislatura que cobran y no hacen nada. No tiene gracia: los popes judiciales quieren llevar su propia gente, no hacerse cargo de los nombramientos de los demás.
Por eso ahora se rebelan todos y no quieren saber nada con el Presupuesto. Ni siquiera salió el despacho en comisión. Y el enojo podría tener consecuencias en la elección del nuevo presidente de Diputados.
La desobediencia habla y es el primer mensaje de que la unidad pende de un hilo. En política es tiempo de romper, y el peronismo se prepara para la batalla abierta.
Saben todos que la idea es llamar a elecciones en marzo de 2023, adelantando todo el proceso. Saben que no quieren más PASO. Y saben que eso significa que los de siempre van a volver a acomodarse ellos. Entonces van a la guerra, y el gobernador no puede dar tanta pelea, porque ya no tendrá a Lucía Corpacci para recolectar votos… ¡no puede ser candidata en todas las elecciones!
Son muchos los que huelen su oportunidad, y por cada mínima diferencia se va a tensar la cuerda al extremo.
Lo de hoy es solo el comienzo: se larga el espectáculo.