Mientras en Casa Rosada se sacan los ojos entre la banda de Cristina y la de Alberto, en Catamarca también estalló la interna, aunque más maquillada y sin perder las formas.
La bronca viene del lado de los intendentes, ninguneados en Casa de Gobierno por altos funcionarios que en muchos casos ni siquiera son peronistas, y fueron bendecidos con cargos que usan para gozar los privilegios del poder, sin ningún compromiso con los compañeros de las municipalidades.
Los intendentes se hartaron y se unieron para ponerle los puntos a Raúl Jalil, que todavía anda de viaje por Canadá pero apenas vuelva se dará con la novedad.
El oficialismo enfrenta así un quiebre importante entre Provincia y Municipios, con intendentes que están hartos del centralismo catamarqueño, donde dos o tres deciden por todos, si es que tienen ganas de escuchar y atender el teléfono.
Uno de los enojos más grandes es que se pone a Provincia como salvadora de los desastres que hacen los intendentes, que siempre quedan mal parados delante de la gente, y por eso les pareció oportuno recordarle al gobernador que sin los votos que ellos le dan, el 2023 será una utopía.
Es que la mesa chica del peronismo hace rato que tiene olvidado al interior, y son muchos los que se cansaron de obedecer y recibir palos, sin que se les convide nunca la torta.
¿Qué intendente del interior llegó al congreso? ¿Qué intendente del interior apareció en una fórmula? Para ellos nunca hay nada, y en cambio aparecen “traidores”, “contras”, “conversos” y un montón de amigotes que ni siquiera les prestan atención cuando los necesitan.
Las dos o tres familias que manejan el poder se reparten todo y ni miran para abajo. Pero ahora les dicen basta. El humor no es el mejor, y saben que se viene la campaña y es el mejor momento para exigir, porque el Gobierno viene bastante flojo y ahora los necesitan.
La reunión de Capayán hizo mucho ruido y más de uno se asustó por lo que puede venir. Tanto fue el miedo en Casa de Gobierno que ahí nomás llamaron a la prensa amiga para decir que los intendentes formaron el Foro para pedir la reelección de Jalil: un invento de acá a la China. No pidieron ninguna reelección, al contrario, avisaron que los ánimos vienen caldeados y se lo van a decir a Jalil cuando venga.
Mucho cuidado con este tema, no vaya a ser que se rebelen y armen una fórmula propia para competir en 2023. Pueden hacerlo, tienen más votos que el propio gobernador, y si no rompieron es porque falta más de un año y necesitan la chequera.
Pero el que avisa no traiciona. Todo dependerá de las respuestas que les den. Están formados y listos para salir a la cancha.