Gestos de impunidad

La intendenta de Valle Viejo, Susana Zenteno, que desde que asumió en Valle Viejo acumula más escándalos que obras, sumó otro collar a la perla al obsequiarle a su hijita un cargo de funcionaria pública como “directora de Acción Social”, nada mal para la jovencita que se va iniciando laboralmente con un sueldito de 1.600.000 pesos.

La nena ya había saboreado las mieles del poder público como coordinadora de Juventud, después como directora de Juventud, pero ahora es todo más lindo porque tendrá a su cargo la gestión de fondos destinados a subsidios y ayudas sociales que otorga la comuna chacarera… pichona de “Evita” con sus 23 años.

Esto es para ayudar un poco a Marianela, porque la otra nena de Zenteno, Danisa, ya tiene su sueldito para vivir de arriba en Córdoba.

El caso de Danisa ya se había hecho público en 2019, cuando viviendo en otra provincia cobraba un índide de la Cámara de Diputados. Ahora sigue cobrando, pero más disimulado como sacrificada trabajadora de la Casa de Catamarca, donde no cumple funión ni horario, ni nada, pero cobra.

Mientras los empleados de Valle Viejo se endeudan y cuentan monedas para llegar a fin de mes, las hijas de la señora la pasan mucho mejor con sueldos de lujo, una postal de lo que significa ser de la casta, aunque Susana Zenteno se haga la tierna y popular en los videítos de redes sociales.

Pero esto es más grave que el dinero: es impunidad. Susana Zenteno sabía a lo que se exponía nombrando en semejante cargo a su hija, y lo hizo lo mismo. ¿Por qué? Porque no le importa un comino.

El catucho