Después de 38 días de internación por una neumonía bilateral, el papa Francisco comienza a retomar sus actividades públicas con apariciones sorpresivas que emocionaron a los fieles. En las últimas horas, se lo vio rezando en la Basílica de San Pedro antes de la Vigilia Pascual, y fuentes cercanas al Vaticano aseguran que evalúa estar presente este domingo en la misa de Pascua y la tradicional bendición Urbi et Orbi.
Durante la Semana Santa, el pontífice de 87 años había visitado la cárcel romana de Regina Coeli, aunque sin participar del tradicional lavatorio de pies. Allí se reunió con reclusos de distintas nacionalidades y les compartió un emotivo mensaje: “Me gusta hacer cada año lo que hizo Jesús el Jueves Santo, el lavatorio de los pies, en la cárcel. Este año no puedo hacerlo, pero sí puedo y quiero estar cerca de vosotros”.
A pesar de haberse ausentado de la mayoría de las ceremonias litúrgicas, Francisco dejó entrever su intención de estar cerca del pueblo católico en este tiempo tan significativo. Consultado por su estado de salud, respondió con sencillez: “La vivo como puedo”.
Por ahora, la misa de este domingo está programada para las 10.30 en la plaza de San Pedro y será presidida por el cardenal Angelo Comastri. Sin embargo, la expectativa por una posible aparición del Papa se mantiene alta, especialmente por el simbolismo que tendría su presencia en el día más importante del calendario litúrgico cristiano.