La FIFA ha anunciado la incorporación de un nuevo protocolo contra el racismo en todas sus competiciones. A partir de ahora, jugadores, árbitros y cuerpo técnico podrán utilizar un gesto universal, colocando los brazos en forma de cruz, para denunciar cualquier actitud racista.
La medida, aprobada por unanimidad, se pondrá en práctica durante el Mundial Sub 20 de fútbol femenino y se implementará en las competiciones de la FIFA en tres niveles de intervención.
Si un jugador realiza el gesto de cruzar las manos a la altura de la muñeca para indicar que está siendo objeto de insultos racistas, el árbitro principal activará el primer nivel del protocolo, interrumpiendo el partido.
Si los incidentes persisten, el partido será suspendido temporalmente y tanto los jugadores como el equipo arbitral deberán abandonar el campo. En caso de que la situación no mejore durante la suspensión temporal, el encuentro será cancelado de forma definitiva.
