Ficha Limpia en suspenso: crecen las dudas sobre el verdadero apoyo de los libertarios

En el Senado, los votos para aprobar Ficha Limpia ya están: los dos senadores de Santa Cruz, Natalia Gadano y José María Carambia, confirmaron su apoyo a la iniciativa, logrando así alcanzar los 38 votos necesarios para la media sanción. Sin embargo, en la Casa Rosada sostienen que “los votos no están”, y una revelación accidental de Ezequiel Atauche, jefe del bloque libertario, sembró más dudas: frente a otros legisladores, confesó que desde el oficialismo no tienen intención de tratar el proyecto, ni ahora ni más adelante.

La desconfianza del PRO hacia los libertarios no es nueva. Javier Milei había prometido en marzo de 2024 impulsar Ficha Limpia, pero recién a fin de año el proyecto ganó impulso, solo para ver cómo los propios diputados oficialistas boicoteaban la sesión en diciembre. La iniciativa prohíbe ser candidatos a cargos nacionales a quienes tengan condena confirmada en segunda instancia por delitos de corrupción, algo que podría afectar figuras como Cristina Kirchner. En ese entonces, el PRO interpretó que La Libertad Avanza prefería mantener a la expresidenta como rival electoral para polarizar la campaña.

La sospecha se reavivó ahora, aderezada por el enfrentamiento entre el PRO y los libertarios en la Ciudad de Buenos Aires. Allí, la pelea por el electorado de derecha se intensifica: Karina Milei impulsó a Manuel Adorni como cabeza de lista en CABA, compitiendo directamente contra Silvia Lospennato, diputada del PRO y autora de Ficha Limpia. Una sanción de la ley en plena campaña podría favorecer a Lospennato, complicando aún más el panorama libertario en un distrito clave.

La postergación de la sesión que trataría Ficha Limpia, prevista inicialmente para el 25 de abril pero desplazada al 7 de mayo tras el fallecimiento del Papa, no calmó las aguas. Por el contrario, aumentó las especulaciones de que el Gobierno nacional intenta frenar el avance de la iniciativa. Si el proyecto se rechaza, recién podría volver a tratarse en 2026, un costo alto para quienes vienen impulsándolo desde hace años.

El escenario ahora depende de la presión que ejerza la oposición. Sin el apoyo de Unión por la Patria, el resto de los bloques deberá decidir si arriesgarse a forzar una votación o esperar un contexto más favorable. Mientras tanto, el PRO vuelve a mirar con recelo a sus socios libertarios.