Festejos y devoción marcan la jornada de San Roque en La Chacarita

En una soleada tarde, los actos litúrgicos de cierre de las fiestas patronales en honor a San Roque se llevaron a cabo en el Santuario y Parroquia de La Chacarita. Las celebraciones comenzaron en el Monumento a Felipe Varela, punto de partida de la procesión con la imagen del santo, acompañada por los patronos de las distintas comunidades de la jurisdicción parroquial y del Beato Mamerto Esquiú.

Bajo el lema “San Roque peregrino, enséñanos a ser peregrinos de esperanza”, los devotos recorrieron avenida Presidente Castillo, cantando y rezando, hasta llegar al templo frente a la plaza de La Chacarita. La llegada fue anunciada con el tañido de campanas y una lluvia de papelitos plateados. Entre vítores y aplausos, la imagen del Santo Patrono fue llevada en brazos del padre Carlos Figueroa Arteaga, párroco de la comunidad, hasta el interior del templo, donde presidió la Santa Misa.

Durante la homilía, el sacerdote reflexionó sobre el Evangelio proclamado, afirmando: “en este momento recibamos el fuego del amor de Dios que nos trae San Roque, nuestro celestial patrono, él dio su vida por amor a Cristo, dio su vida en cada uno de los necesitados, de los enfermos que asistió, se gastó, se enfermó ayudando a las personas que se habían enfermado con aquellas pestes espantosas que estaban en Europa en ese tiempo”.

Figueroa Arteaga destacó que, siguiendo el ejemplo de Jesús, “San Roque también lo hizo y por eso está gozando en el Cielo. Han pasado cientos de años y lo recordamos en todo el mundo. Todos los años, el 16 de agosto, estamos celebrando su día, porque los santos tienen memoria perpetua, mientras que nosotros, si nos quedamos en el pecado, desapareceremos, iremos a pagar eternamente por no haber querido aprovechar el amor de Dios y no haber elegido el camino del amor al prójimo por amor de Dios, dejando nuestros pecados y convirtiéndonos a Cristo, santificándonos con la oración, la Eucaristía, la Reconciliación y el servicio sincero a cada persona que necesita de nosotros”.

En otro tramo de su mensaje, exhortó a los fieles a “abrirse al amor de Dios y del prójimo, para poder vivir eternamente con los santos y aprender como ellos aprendieron de Jesús”.

Finalmente, invitó a los presentes a “pedirle a San Roque que interceda por nosotros, que abra nuestro corazón al amor de Dios, para que el fuego del amor de Cristo nos purifique y nos lleve a confiar plenamente en esta esperanza que Cristo ha abierto a los hombres. Estamos llamados a ser santos, a dejarnos transformar por el amor de Dios”.

Luego de la Comunión, el padre Figueroa Arteaga bendijo los pancitos y los objetos de devoción. Tras la bendición final, los fieles se acercaron para recibir la gracia de la imagen y su reliquia.