Esteban Ribovics, el luchador argentino, ofreció una actuación espectacular en la UFC 306, donde se enfrentó a Daniel Zellhuber en una pelea que quedará en la memoria de los fanáticos del deporte. El evento, que tuvo lugar en la icónica Sphere de Las Vegas, vio a Ribovics desatar una serie de 68 golpes consecutivos en el tercer round, dejando a Zellhuber tambaleándose y con dificultades para continuar.
La contienda, que fue la segunda pelea principal de la noche y precedió al esperado enfrentamiento entre Sean O’Malley y Merab Dvalishvili, comenzó de manera equilibrada con ambos luchadores intercambiando golpes sin lograr una ventaja clara. Sin embargo, en el tercer asalto, Ribovics mostró su dominio al conectar una serie de golpes que sorprendió al público y a los expertos del deporte.
A pesar de la impresionante secuencia de Ribovics, el combate fue decidido por los jueces, quienes dieron una victoria por decisión dividida a favor del argentino, con tarjetas de 29-28 para Ribovics y 29-28 para Zellhuber. La decisión contrastó con la clara ventaja que mostró Ribovics durante la pelea, donde Zellhuber se vio forzado a usar piernas y rodillas en un intento de remontar.
La victoria de Ribovics no solo destacó en la cartelera, sino que también se viralizó en redes sociales, consolidando su posición como un prometedor prospecto en el peso ligero. Con esta victoria, Ribovics alcanzó su decimocuarto triunfo profesional, sumando un notable récord y reafirmando su presencia en la UFC.
El espectáculo brindado por Ribovics y Zellhuber fue reconocido como la “pelea del día”, y ambos luchadores recibieron un bono de 50.000 dólares como premio por su destacada actuación. Este combate no solo emocionó a los presentes en la Sphere de Las Vegas, sino que también capturó la atención de seguidores del MMA en todo el mundo.