El Senado de la Nación rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, los dos candidatos propuestos por el presidente Javier Milei para ocupar vacantes en la Corte Suprema de Justicia. Ambos habían sido designados en comisión por el Ejecutivo al no reunir los consensos necesarios en la Cámara Alta, apelando a una facultad constitucional prevista en casos de receso legislativo.
La votación fue contundente: Lijo cosechó 27 votos a favor, 43 en contra, una abstención y una ausencia; mientras que García Mansilla obtuvo apenas 20 votos afirmativos frente a 51 negativos, sin abstenciones. En casi todos los bloques se evidenció una marcada dispersión de posturas.
Desde el oficialismo repudiaron el resultado. “Por primera vez en la historia, el Senado ha rechazado pliegos propuestos por un Presidente”, afirmaron, aunque en realidad no existen antecedentes de nombramientos que hayan llegado a la Cámara Alta y hayan sido votados de esta forma. El caso más cercano fue el de Roberto Carlés durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, cuyo pliego nunca llegó a tratarse y fue finalmente retirado.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, respaldó a García Mansilla tras el revés parlamentario. “En absoluto sería inconstitucional su permanencia”, sostuvo, y agregó que “la Corte Suprema ya le tomó juramento, por lo tanto no hay motivo para impugnar su designación, que rige hasta el 30 de noviembre”.