En medio de la confirmación de un aumento del 155% en las tarifas de luz y gas, destinado a reducir los subsidios, el Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, sostuvo que dicho incremento “no representa un impacto significativo, considerando la importante bonificación que aún se mantiene”.
En una entrevista, el funcionario destacó que este ajuste forma parte de un proceso de “sinceramiento” que comenzó en febrero, con el propósito de clarificar el sistema de tarifas y subsidios, conceptos que, según él, eran ambiguos en el contexto argentino.
Rodríguez Chirillo explicó que antes, “los subsidios se mezclaban con las tarifas, estas últimas permanecían congeladas, y los usuarios no tenían una idea clara de cuánto estaban pagando y cuánto aportaba el Estado a través de los subsidios”. Esta situación, añadió, requería una reorganización para hacer el sistema más transparente y eficiente. En este sentido, subrayó que el precio del kilovatio debe reflejar el costo del suministro, sin depender de la capacidad adquisitiva de los usuarios.
El Secretario enfatizó que el aumento, oficializado por el Gobierno y aplicado por Edenor y Edesur, no es significativo en términos absolutos, dado que el Estado aún proporciona una bonificación importante. Afirmó que este ajuste es necesario para reorganizar el sistema, ya que “el costo debe ser sostenido entre todos”, añadiendo que “los subsidios ilimitados no son viables en ningún país”.
Asimismo, señaló que el objetivo es dirigir los subsidios hacia los sectores más vulnerables, ya que “el subsidio más costoso para el Estado es aquel que se otorga a quienes no lo necesitan”. Rodríguez Chirillo informó que el monto total de subsidios otorgados por el Estado Nacional en las últimas dos décadas asciende a los US$104.000 millones.
Finalmente, indicó que los ajustes futuros considerarán la inflación proyectada en lugar de la inflación pasada, como se estableció inicialmente, debido al actual proceso de desaceleración inflacionaria en el país.