El pontífice también elevó su oración por los desplazados internos en Afganistán, “para que puedan tener la asistencia y protección necesarias”.
“Que los jóvenes afganos reciban educación, un activo esencial para el desarrollo humano, y que todos los afganos, ya sea en casa, en tránsito o en los países de acogida, vivan con dignidad, en paz y en fraternidad con sus vecinos“, agregó el sumo pontífice.
La milicia talibán retomó el control de Afganistán a fines de agosto, tras dos décadas de intervención aliada, con Estados Unidos a la cabeza. El retorno de los fundamentalistas empujó a miles de afganos ‒excolaboradores de las tropas extranjeras y representantes de minorías perseguidas‒ a intentar huir del país.
La alta comisionada adjunta de la ONU para los Refugiados (Acnur), Kelly Clements, advirtió a fines del mes pasado que, en el peor de los escenarios, hasta 515.000 refugiados podrían huir de Afganistán en el presente año.