Como parte de las medidas encaminadas hacia el cierre definitivo de la agencia Télam, intervenida junto a los demás medios públicos, el Gobierno ha decidido clausurar todas las corresponsalías de la agencia de noticias en el territorio nacional.
Un memorándum, con la firma del interventor designado por el Gobierno, Diego Chaher, ordena a las áreas pertinentes de la empresa la formulación de propuestas orientadas al cese operativo de las corresponsalías. “En función de las medidas adoptadas por el gobierno nacional, se instruye a las áreas correspondientes de la empresa para que, dentro de su competencia, articulen propuestas de plan de acción para iniciar la ejecución del cierre operativo de las corresponsalías de la empresa”, señala el documento.
Según lo estipulado en el documento, la decisión oficial implica el cierre de las corresponsalías ubicadas en Resistencia (Chaco), Bahía Blanca y La Plata (Buenos Aires), Paraná (Entre Ríos), Santa Rosa (La Pampa), Posadas (Misiones), Viedma (Río Negro), Salta (Salta), Santa Fe y Rosario (Santa Fe), Córdoba (Córdoba), Corrientes (Corrientes) y Mendoza (Mendoza).
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, justificó la medida durante su habitual conferencia de prensa: “Télam no guarda relación con cuestiones de federalismo. Si la agencia se encuentra cerrada y los trabajadores están dispensados, no tiene sentido mantener corresponsalías en el interior del país. Es una cuestión de sentido común”.
A través de la cuenta de Twitter “Somos Télam”, los trabajadores de la agencia, dispensados desde marzo pasado, expresaron su desacuerdo con la decisión del Gobierno: “Esta es una de las muchas maneras en que el gobierno de Milei avanza sobre nuestra soberanía. Los medios públicos garantizan información de todo el país a través de las corresponsalías de Télam y las emisoras de Radio Nacional con su programación. Atacar su federalismo es atacar el corazón del sistema de medios públicos”.
El cierre de Télam fue anunciado por el presidente durante su discurso en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Pocos días después, la Policía bloqueó el acceso a la redacción y su página web fue deshabilitada. Varias semanas más tarde, el sitio web sigue “en reconstrucción” y sus trabajadores, dispensados.